Incontables litros de agua fueron desperdiciados durante el año pasado a través de las más de 20 mil fugas del vital líquido que fueron reportadas ante la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).

La descentralizada dio a conocer ayer que en el transcurso del 2010 fueron reportadas 20 mil 398 fugas de la red general y de medidores, mismas a las que se les prestó la atención adecuada en su momento.

Además de estos servicios de reparación, según datos aportados por la JMAS se atendieron 13 mil 66 tomas de agua en mal estado, tapadas o azolvadas.

De la misma forma, elementos del organismo realizaron mil 180 servicios de reconexión, 268 clausuras de tomas, 881 construcciones de desfogues, 141 instalaciones de tomas y se atendieron 7 mil 129 reportes falsos.

Esto suma un total de 43 mil 64 servicios realizados, lo que representa el 98 por ciento de las solicitudes de servicio recibidas, pues aun hay pendientes 505 solicitudes sin atender.

Asimismo, la JMAS proporciono cifras sobre los tiempos de espera de los usuarios que presentaron algún problema con su servicio y que hicieron alguna de las más de 40 mil solicitudes antes mencionadas.

De todas estas, el 85 por ciento se atendieron durante las próximas 24 horas en que se realizaron, el 5 por ciento en la próximas 48, y el resto de las peticiones de servicios duraron más de tres días en ser atendidos.

Es decir, 36 mil 604 servicios fueron prestados a menos de un día en que fueron solicitados, 2 mil 153 a menos de 2 días y en los otros 4 mil 307 casos los usuarios tuvieron que esperar un lapso de tres días, una semana o más para que se les resolviera su situación.

Por otra parte, en contra de estos esfuerzos y en más de una ocasión, usuarios del servicio de agua potable y saneamiento expresaron ante los medios de comunicación estar cansados del robo de los medidores hechos a base de cobre de sus hogares.

Esto no solo representa una molestia para los ciudadanos, que después tiene que solicitar el servicio de reposición, sino que también origina un enorme desperdicio del vital líquido ya que, una vez que el artefacto en cuestión es retirado de manera inadecuada, el agua fluye y queda regada por las calles.

Según reportes oficiales de la descentralizada, de enero a noviembre del año pasado se sustrajeron mil 169 artefactos medidores, en diversos sectores de la ciudad.

Entonces, la portavoz de la JMAS, Adriana Gutiérrez, dijo que ya se estaban tomando las medidas correspondientes.

“Estamos enterados de esta situación y es importante hacer algo urgentemente, ya está la propuesta de instalar medidores de otro material que no resulte atractivo para los ladrones, mientras tanto, es importante que los usuarios afectados por este delito denuncien cuanto antes su situación para así evitar el desperdicio del líquido”, indicó entonces.

Mientras se aprueban esta clase de medidores, se confirmó que a brevedad llegarán más de 5 mil de lo artefactos tradicionales de cobre, para tenerlos de reserva al presentarse este tipo de circunstancias.

“Aún no sabemos si los vamos a instalar todos, si llegan los del otro material les daremos prioridad, para combatir la problemática”, indicó.

De la misma forma, indicó que fue en julio cuando más se reportó este tipo de delito ante la JMAS, con un total de 241 casos.

“Es importante señalar que la primera vez que el usuario reporta que le fue sustraído el medidor, basta con que presente el reporte de robo frente a la autoridades y se le instalará de manera gratuita; si vuelve a ocurrir entonces se le cobra la cantidad de 600 pesos por la reposición”, dijo.