SEVILLA_La organización Ecologistas en Acción considera que los planes hidrológicos de las cuencas internas andaluzas, a saber, Tinto-Odiel-Piedras, Guadalete-Barbate y Mediterránea, que fueron aprobados en el Consejo Nacional del Agua el pasado 28 de junio, "presentan una serie deficiencias", a parte del "considerable retraso" estipulado por la Directiva Marco de Aguas con el que ha recibido el visto bueno definitivo del Gobierno.
En este sentido, la organización conservacionista ha recordado que su voto durante la celebración del Consejo Nacional del Agua fue negativo a estos planes, que "no han sido sometidos a votación dentro del Consejo Andaluz del Agua, simplemente se ha informando de la tramitación de los mismos". "Ni siquiera han sido informados en los Consejos del Agua de las Demarcaciones Intracomunitarias, una muestra del nivel de participación llevado a cabo en Andalucía, ya que llevan sin convocarse por lo menos dos años", ha criticado.
Ecologistas en Acción Andalucía argumenta su voto en contra de los planes en que éstos, entre otras cuestiones, "no recogen las directrices europeas en cuanto a la consecución del buen estado ecológico de las masas de agua para el año 2015, por lo problemas socioeconómicos que ello conllevaría y los diferentes intereses que hay en juego".
Además, según señala en un comunicado, se contempla "más demanda para regadío y consumo urbano, omitiendo hablar del ineficaz control de las extracciones ilegales". Por ejemplo, según indica, los crecimientos urbanos están basados "en expectativas de crecimiento excesivas e irreales aplicando la tendencia seguida en los años de la burbuja inmobiliaria".
Los planes, por tanto, "incumplen las directrices europeas en aspectos como ajustar la demanda a la oferta o ajustar el precio del suministro a su coste real", otorgándose un recurso que "simplemente no existe".
En cuanto a los caudales ecológicos, Ecologistas en Acción puntualiza que las presiones de las demandas de los usos productivos e industriales "van a impedir garantizar los caudales ecológicos, ya que se establecen valores que no suponen limitación a los usos existentes, en lugar de hacerlos con la finalidad que se establece en la normativa que es alcanzar el buen estado o buen potencial ecológico para mantener, como mínimo, la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera".
"Más bien los usos son una restricción a los caudales ecológicos, por no hablar de la inexistente discusión sobre la concertación de los caudales ecológicos", ha añadido. De otro lado, señala las reservas fluviales que se plantean son insuficientes, sobre todo si tenemos en cuenta la amplitud y características de las tres demarcaciones hidrográficas".
"INSUFICIENTE" VALORACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Por otro lado, Ecologistas en Acción considera que los planes tratan de manera "insuficiente" la valoración del cambio climático. "La planificación no puede seguir ignorando las perturbaciones climáticas que ya están afectando tanto al régimen de aguas, como a la disponibilidad de los recursos hídricos", ha advertido, al tiempo que pide contemplar reducciones medias mucho mayores que el ocho por ciento para el horizonte 2027.
Ecologistas en Acción, en relación al Plan de Medidas de los planes, que contempla la creación de nuevas superficies de regadío y nuevas infraestructuras de regulación, apunta que son obras que producen "un gran impacto ambiental, muy costosas económicamente y cuya utilidad hidrológica resulta más que dudosa".
Por último, asegura que "en las demarcaciones hay serios problemas de contaminación, fundamentalmente en los ríos donde se concentra una mayor población y en aquellos lugares donde hay una actividad agrícola más intensa relacionada con el regadío, causando problemas de depuración y contaminación difusa que hacen poco creíble que los objetivos ambientales propuestos para que las masas de agua alcancen el buen estado o buen potencial ecológico para el año 2015".
Ecologistas cree que estos planes deben ser "una herramienta útil para evitar la continua degradación y una oportunidad para la regeneración de los ecosistemas fluviales a través del sustancial giro que se da en los objetivos primordiales de las políticas de aguas, priorizando la consecución de la calidad de las aguas y sus funciones ambientales así como la gestión sostenible de la misma".
