La Secretaría Distrital de Salud (SDS) y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) afirmaron este martes que el agua que consumen 7,3 millones de bogotanos y la población de 11 municipios de Cundinamarca "no tiene ningún riesgo para la salud. Es plenamente potable y cumple con las normas sanitarias. Es falso que esté contaminada".
Las entidades hicieron públicas esas declaraciones, luego de que Noticias Uno informó, el pasado domingo, que en un reporte interno del laboratorio del Acueducto de hace dos semanas se encontró en una de las muestras la bacteria Escherichia coli (causante de la diarrea) y otra bacteria que produce el cólera.
Jaime Urrego, director de Salud Pública de la SDS, y Carlos Acero, gerente del sistema maestro del Acueducto, coincidieron en afirmar que "si esas bacterias estuvieran presentes en el agua, en la ciudad habría una epidemia de diarrea o de cólera y esto no ha sucedido".
Según Urrego, las muestras que arrojaron positivo para E. coli fueron tomadas el pasado 12 de junio, en la avenida de las Américas con calle 68.
"Las contramuestras que luego se hicieron arrojaron resultados negativos". Al día, apuntó, se hacen un promedio de 15 análisis. Atribuyó la contaminación de la muestra a posibles factores externos, como uso de guantes contaminados, una pipeta inadecuada o algún otro elemento inapropiado.
Acero, a su vez, manifestó que los procedimientos y normas sanitarias señalan que "se deben cumplir unos procedimientos antes de dar falsas alarmas. Cuando una muestra sale positiva, se deben hacer mínimo otras dos contramuestras y, en el caso denunciado, estas resultaron negativas".
Agua de alta calidad
Acero explicó que, según el Índice de Riesgo de Calidad del Agua Potable (Irca), que es la norma que en salud permite calificar si el líquido es apto o no para el consumo, el de Bogotá está "altamente bien calificado".
Según ese indicador, que va de 0 al 100 por ciento -donde a mayor porcentaje mayor es su impotabilidad- el máximo permitido para consumo humano es del 5 por ciento. En el caso del agua de Bogotá, este indicador es de 0,1 a 0,3 por ciento "que está muy lejos de la frontera de presentar el agua algún problema".
Por otro lado, Acero manifestó que el agua cruda que llega a la planta Wiesner es sometida a "rigurosos procesos de tratamiento y pruebas de análisis en los laboratorios que tiene cada instalación".
Para purificar el líquido, allí usan químicos como el sulfato de aluminio y el cloro. Este último es el que se emplea para la desinfección y la eliminación de las bacterias.
"El agua se monitorea cada dos horas y los 365 días del año y puedo dar fe de que no tiene problemas. Soy el primero en tomarla diariamente de la llave, porque es mejor que la embotellada", sostuvo Acero.
