Según el organismo, es necesario debido a que ante el más mínimo desperfecto de la primera vía, representará afectaciones para 2.6 millones de habitantes en Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2012).- Es urgente que arranquen las obras para construir el segundo Acueducto Chapala-Guadalajara que impulsa el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), pues el mínimo desperfecto que sufra la primera vía de conducción representaría afectaciones en el suministro para 2.6 millones de habitantes de Guadalajara.

La oposición a construir un nuevo "popote" que permita dar la atención que requiere el primero (con 20 años cumplidos en operación), ha sido expuesta no sólo por habitantes próximos al Lago de Chapala, sino por los candidatos a la gubernatura por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano, Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro, respectivamente.

Su discurso es que, una vez al frente del Gobierno del Estado, no permitirán que se extraiga una gota más de agua al vaso lacustre. La concesión que tiene la ciudad para tomar agua de Chapala es de 240 millones de metros cúbicos (mm3) al año, pero en las condiciones que se encuentra el primer acueducto sólo es posible trasladar 180 mm3.

César Coll Carabias, titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), explicó que la ciudad tiene un déficit de hasta tres metros cúbicos por segundo, y que aunque el colector de agua potable está imposibilitado de sacar el 100% de la concesión federal, ésta de igual manera llega a la metrópoli, pero a través de los canales antiguos de conducción, como el de Las Pintas.

Ahí es donde está el problema, pues al tratarse de un canal abierto las pérdidas por evaporación se contabilizan en hasta un 40% del total que habría de llegar a la ciudad por esta vía. "Es un desperdicio", lamenta, a la par de recordar que a la intemperie cualquier afluente es susceptible de recibir contaminantes.

José Luis Luege Tamargo, director general de la Conagua, explicó por su parte que es una característica obligada de las grandes ciudades contar con una "instalación redundante" para la distribución del líquido que consumen sus habitantes. "No necesariamente construir un ducto nuevo quiere decir que vas a consumir el doble".

Para las autoridades estatal y federal, los beneficios de contar con un nuevo acueducto son vastos, pues "nunca una grande ciudad debe depender de un solo ducto", y los sistemas de bombeo y acueductos paralelos, si bien costosos, son "absolutamente necesarios".

Para responder al discurso de mayor extracción de agua al lago natural más grande en el país, Coll Carabias explicó que el sistema de impulsión llega hasta un punto alto a en donde se "rompe la presión" gracias a un tanque, cuya capacidad máxima es de 7.5 metros cúbicos por segundo (la cifra máxima de extracción al vaso lacustre).

De bombear mayor cantidad de líquido usando ambos ductos al mismo tiempo (lo cual, aseguró, no ocurrirá), el tanque de referencia se desbordaría, y su operación quedaría estancada.

Por ello, aseguró que la puesta en marcha de un segundo acueducto incidiría en mayores beneficios (traslado de agua entubada, menores pérdidas por evaporación, nula contaminación), se extraería incluso menos que lo que hoy se obtiene de Chapala a través de dos vías, y se prestaría la atención requerida a la primera línea.

"Independientemente de lo que opinen los señores candidatos, que están en campaña, la situación que prevalece de dotación de abastecimiento de agua a la ciudad hoy en día ya es crítica; ya no es normal", remató el funcionario estatal.