VILLA VICTORIA, Méx.— José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dijo que se detectaron 50 focos rojos de descargas ilegales alrededor de la presa de Valle de Bravo, entre los que se encuentra rastros, hoteles, restaurantes y la penitenciaria.

Explicó que la contaminación del agua provoca altos contenidos de fósforo y nitratos lo que genera cianobacterias y microalgas, como las que se detectaron en la presa, provocando mal olor en el agua.

Durante un recorrido por diversos puntos del Sistema Cutzamala, el responsable de la política de agua en el país dijo que 10 equipos de inspección provenientes de cinco estados revisan “por arriba y por abajo descargas de casas, la operación de la planta tratadora del reclusorio, del rastro, los que tienen actividad de acuacultura, ranchos y rastros”.

El director de la Conagua explicó que quienes tienen restaurantes no pueden arrojar el agua contaminada, tiene que tratarla o dirigirla a la planta tratadora o —con autorización de la dependencia federal— contar con fosas sépticas y digestores.

Luege Tamargo añadió que la comisión, antes de la emergencia, realizaba “inspecciones generales”, pero que no cuenta con la infraestructura para controlar todo el perímetro y se necesita la cooperación del municipio para investigar y detener las actividades con aguas residuales; aunque aseguró que el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, tiene la disposición para solucionar el problema.

“Agua tiene buena calidad”

Reiteró que el mal olor que se “pueden percibir algunas personas” es por una sustancia conocida como geosmina, derivada de las cianobacterias, la cual se combate con 10 toneladas diarias de carbón activado.

Este procedimiento se seguirá aplicando hasta que se regule el líquido en la presa y tiene un costo de seis millones 300 mil pesos mensuales.

“La calidad es buena, no tiene ningún problema. He estado en contacto con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y está en perfectas condiciones. A mí me encanta. La geosmina se traduce como ´olor a tierra mojada´, no se clasifica como un olor desagradable”, aseguró.

Luege Tamargo dijo que si el consumidor final percibe aún un fuerte olor, es porque no se mantienen limpios los sistemas de almacenamiento. “Le pido a los organismos operadores que revisen sus tanques, al señor Marcelo Ebrard que revise sus tuberías. El agregar carbón activado baja el contenido de la geosmina, a la salida casi no tiene nada”.

Sin embargo, la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (Comda) calificó como “dudosa” el agua que recibe la ciudad de México a través del sistema Cutzamala y afirmó que la distribución del líquido viola el artículo cuarto constitucional que señala que toda persona tiene acceso a ésta en forma suficiente, salubre y aceptable.

“Desde nuestro punto de vista y de diversos especialistas el problema es más complejo; podemos estar tomando agua con toxinas que no nos enferman en el corto plazo, pero podemos tener graves problemas de hígado en el largo plazo”, concluyeron los activistas al respecto.