Una central nuclear de Taiwán lleva tres años vertiendo agua radiactiva, según un informe publicado hoy por las autoridades reguladoras taiwanesas (Control Yuan), que además señala otros dos fallos en el almacenamiento de combustible.. El organismo ha pedido que el problema sea corregido, ya que la planta se encuentra cerca de la zona más poblada del país asiático.

Los reactores 1 y 2 de la central nuclear de Jinshan, situada en el Nuevo Taipei, han vertido 20.000 mililitros de agua con sustancias radiactivas, como el cesio-137, el cobalto-60 y el manganeso-54, señala el informe. Las fugas de agua radiactiva se han producido desde las piscinas en las que se almacenan las barras de combustible gastadas de reactores.

La compañía eléctrica Taipower, encargada de gestionar la planta, ha matizado que el agua radiactiva no procede directamente de las piscinas, sino de la condensación del agua utilizada para limpiar su superficie. 

"Ya se lo hemos explicado a Control Yuan, pero lo han rechazado. Nos han pedido que investiguemos otras causas probables", ha dicho un miembro de la Compañía, que no ha querido identificarse.

El informe denuncia que Taipower ha retrasado más de 10 años la construcción de instalaciones para almacenar temporalmente los residuos nucleares y dice haber perdido un informe sobre el manejo de éstos, encargado al laboratorio Pacific Northwest National de Estados Unidos.

Actualmente, Taiwán posee tres centrales nucleares con un total de seis reactores. El Gobierno planea construir otra, pero, en caso de confirmarse las fugas radiactivas, este proyecto podría suspenderse o incluso cancelarse.

El Gobierno taiwanés no es el único preocupado por la seguridad de sus centrales. Su homólogo japonés ha decidido tomar las riendas de la gestión de la crisis de la planta nuclear de Fukushima, tras conocer que cada día se filtran 300 toneladas de agua contaminada al mar en la costa de la ciudad nipona.