El primer ministro británico, David Cameron, dijo que su país debe respaldar la técnica de extracción de gas conocida como fracturación hidráulica o fracking porque "podría generar miles de empleos y reducir las facturas de gas y electricidad".
La tecnología consiste en causar fracturas en capas de roca subterránea e inyectar grandes cantidades de agua con arena y productos químicos. Su posible uso ha generado continuas protestas en la localidad de Balcombe, en el sur de Inglaterra, donde la empresa Cuadrilla comenzó tareas de exploración de gas aunque aseguró no tener planes inmediatos de recurrir al fracking.
La tecnología ha causado polémica en Estados Unidos, Argentina y varios países europeos. En Francia se impuso una moratoria en el uso de la técnica hasta que se determinen sus potenciales riesgos.
El uso de fracturación hidráulica ha permitido el acceso a grandes reservas de gas esquisto y la reducción en el costo de la energía en Estados Unidos.
La Academia de Ciencias del Reino Unido, la Royal Society, comisionó un estudio en 2012 sobre la fracturación hidráulica, según el cual la tecnología puede ser segura siempre y cuando se respete una serie de condiciones esenciales, como la exploración a cierta profundidad y el sellado adecuado de los ductos.
Un legislador del mismo partido de Cameron, Lord Howell, dijo el mes pasado que la fracturación hidráulica debía limitarse solamente a áreas no habitadas o poco pobladas del norte de Inglaterra.
"En las últimas semanas se ha sugerido que queremos que el 'fracking' se confine a ciertas partes del Reino Unido. Y esto no es así", dijo Cameron.
"Quiero que todas las partes de nuestro país compartan los beneficios, el norte o el sur, conservadores o laboristas. Todos estamos en esto juntos", agregó el premier británico.