Expertos de países latinoamericanos, como Bolivia, Perú o Guatemala, expresaron hoy su interés en los sistemas de regadío y en los mecanismos de regulación de España, para implantarlos y desarrollarlos en la región y garantizar a sus ciudadanos un acceso equitativo al agua.

Zaragoza (España).- Expertos de países latinoamericanos, como Bolivia, Perú o Guatemala, expresaron hoy su interés en los sistemas de regadío y en los mecanismos de regulación de España, para implantarlos y desarrollarlos en la región y garantizar a sus ciudadanos un acceso equitativo al agua.

El modelo de gestión de los recursos hídricos es "único" en todo el mundo, ya que en parte responde al intento de recuperar el agua de la lluvia o del deshielo de las montañas, evitando que se pierda en el mar, afirmó a Efe la coordinadora del proyecto Sierra Norte del Ministerio de Agricultura de Perú, Antonieta Noli.

Noli es una de las representantes de los diversos países -Finlandia, Rusia, Hungría, Guatemala, México, Brasil o Perú- que participan, junto a miembros de organismos como la UNESCO, FAO o la ONU, en la Conferencia Preparatoria del Año Internacional de la Cooperación en la esfera del agua en la ciudad de Zaragoza (noreste).

Indicó que su gobierno está impulsando con "bastante fuerza" y con una inversión que ronda los 400 millones de dólares la construcción de infraestructuras hidráulicas, algunas de ellas similares a las que se han desarrollado en España durante muchos años, como los sistemas de regadío.

También en Bolivia, donde existen alrededor de 6.000 agrupaciones o comunidades campesinas que gestionan fuentes de agua, están interesados en conocer el funcionamiento del organismo español que regula la Cuenca Hidrográfica del Ebro para trasladar estas experiencias a su país.

"Esta experiencia de la Cuenca del Ebro en España es fundamental para nosotros y por eso estamos intentando recogerlas y conocerlas, porque allí apenas nos estamos iniciando en la gestión del agua", precisó el director del servicio de cuencas de Cochabamba (Bolivia), Luis Salazar.

Precisamente, en este país que sufre un "gran déficit" de agua potable se ha incrementado en los últimos años las tensiones y los conflictos entre comunidades campesinas por la utilización del agua, debido al cambio climático.

En estos núcleos rurales existen desde hace años sistemas de gestión de agua y formas de organización propias, muchas de ellas basadas en las costumbres y tradiciones de sus habitantes, sin la presencia o la intervención del Estado o de una autoridad pública que haya actuado de supervisor o regulador.

Uno de los desafíos de este país, en el que "desde hace un siglo no se aplica una Ley de Aguas", a pesar de estar vigente, es concretar el papel del Estado en la mediación de la gestión del agua para evitar conflictos en algo que hasta ahora se hacía de forma "natural y espontánea", sin tensiones entre los propios usuarios, comentó.

En Bolivia, el acceso al agua potable, a pesar de estar reconocido como un derecho constitucional, no se cumple en parte del país, ya que, por ejemplo, en una ciudad grande como Cochabamba, el servicio adecuado de agua potable cubre sólo un 30 0 un 40% del núcleo urbano, precisó Salazar.