Las dos terceras partes de los tramos de los distintos ríos de Cantabria presentan una calidad del agua muy buena o buena, siendo excelente en primavera en las cabeceras de las cuencas del Deva, Pas y Asón, y en otoño en algunas zonas altas de la cuenca del Saja.

Esta es la "fotografía" del estado de salud de los cauces de Cantabria según los datos recogidos en 2012 por la Asociación Cambera durante la realización del Proyecto Ríos, estudio que ha permitido constatar que el 30% de los lugares donde se recogieron datos presentaban un agua con los primeros síntomas de alteración.

El Proyecto Ríos ha contando con la participación de más de 600 voluntarios, repartidos en 114 grupos, que realizaron el análisis del estado ecológico de 127 tramos de río en Cantabria, atendiendo tanto a la calidad del agua, como a la situación del bosque de ribera y al estado ecológico del medio fluvial.

Vertidos

Fruto de estas inspecciones ha sido la detección durante el pasado año de 20 puntos de vertido, que se localizan en tramos medios-bajos de los ríos principales y afluentes de los mismos, aunque también son frecuentes en cotas bajas.

Los voluntarios han detectado un número considerable de vertidos en el Pas, tanto en el río principal (Renedo de Piélagos, Zurita y Salcedo) como en sus tributarios o afluentes (Moro y Carrimón), situación similar a la que se produce en la cuenca del Besaya, en las zonas comprendidas entre Los Corrales de Buelna y Torrelavega.

El Informe Ríos destaca por su concentración de residuos arrojados: el río Híjar (Campoo) con 3 vertidos en 3 localidades diferentes, seguido de cerca por situaciones similares localizadas en las cuencas del Ebro, Saja, Pisueña y Miera.

Con respecto a los colectores, en primavera se contabilizaron 49 y en otoño 44, muchos de los cuales tienen un funcionamiento pluvial, si bien la mayor parte de los casos el foco de contaminación proviene de vertidos fecales de casas o depuradoras.

La cuenca del Miera es la más afectada por la presencia de vertidos y colectores, con un total de 11, la mayor parte en el Ozadera, si bien otros se distribuyen a lo largo de todo el cauce principal.

El segundo río más afectado es el Besaya que acumula hasta 10 colectores en su recorrido, más en sus tributarios (Cabo, Rumardero y Campuzano) que en el lecho principal, seguido por El Pas en Renedo de Piélagos, el Pisueña en la Penilla y Pomaluengo, el Saja en Barcenaciones y el Asón en Ampuero.

Además, el estudio ha revelado que un 7% de los tramos presentan un bosque de ribera muy degradado y de difícil recuperación, sobre todo en los afluentes de los ríos principales, además de estar afectados por canalizaciones y por un uso ganadero intensivo que ha reducido a mínimos la vegetación.

Los tramos con calidad media del bosque de ribera, lo que supone alteraciones importantes, se ubican en los tramos medios de ríos como el Besaya (Los Corrales o La Viesca), el Híjar en Espinilla, el Miera (Rubalcaba o Solares), el Pas (Bárcena o Santiurde de Toranzo), y el Saja en Santa Lucía, Quijas o Casar de Periedo.

Por contra, los tramos con un bosque de ribera bien conservado -por encima del 50 % de masa arbórea- se sitúan en la cabecera del Asón, Deva, Ebro, Saja, Miera y Pas, y en sus tributarios de montaña.

Biodiversidad y patrimonio humano

El informe también ofrece información sobre la biodiversidad de los tramos estudiados y el patrimonio humano asociado a los usos del agua, destacando los datos recogidos de 40 especies diferentes de fauna vertebrada entre peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, que se han detectado en el 45 % de los tramos analizados.

El trabajo ha permitido detectar la presencia de especies de fauna exótica como cangrejo señal (Asón, Besaya, Camesa, Campiazo, Costa Oeste, Ebro, Miera, Pas, Saja), cangrejo americano (Besaya, Miera, Pas, Pisueña, Saja), trucha arcoiris (Besaya, Costa Oeste, Ebro, Pas, Saja) y visón americano (Besaya, Camesa, Ebro).

De todas las especies de flora identificadas, el nenúfar amarillo es la única que fue detectada en los tramos muestreados que se encuentra protegida por estar catalogada como "vulnerable", y que se ha identificado en la cuenca del Camesa y en uno de los afluentes del Ebro.

Además, en 84 tramos se ha detectado la presencia de especies exóticas de plantas, siendo las cuencas de Saja, Besaya, Pas, Pisueña y Miera las que tiene mayor densidad de aquellas especies invasoras.