El Cairo, La gran represa Renacimiento etíope perjudicará la capacidad de generación eléctrica de Egipto, aseguró el ministro de Irrigación Mohamed Bahaa-el Din, en una reunión con el máximo órgano consultivo, la Shura, reportan hoy medios oficiales. Los efectos serán desastrosos en épocas de sequía, dijo el titular, quien recordó que su país nunca estuvo de acuerdo con la construcción del embalse y afirmó que "en tiempos en los cuales disminuyen las fuentes de abasto, Egipto buscará aumentar su asignación de agua y "no permitirá su reducción", acorde con el diario oficial Al Ahram. Las cuotas de agua del Nilo están reguladas por acuerdos que datan de principios del siglo pasado, impugnados por Etiopía debido a que fueron adoptados durante la época de la dominación colonial. Según ese sistema, Egipto, carente de otras fuentes de abastecimiento, tiene derecho a 55 mil millones de metros cúbicos de agua al año, vitales para el suministro a la población, la industria y la agricultura y, además, para el funcionamiento de la gran represa de Aswan, en el sur del país. El Nilo es considerado uno de los ríos padres de la humanidad junto al Ganges, en la India, y el Yang Tse Kiang, en China. Las autoridades egipcias además aducen preocupaciones ante la posibilidad de un accidente en el embalse que provoque una inundación catastrófica. Un informe técnico elaborado por expertos egipcios, sudaneses etíopes, entregado a los tres gobiernos el domingo pasado fue calificado de incompleto en El Cairo. El diferendo sobre la represa data de 2010, cuando Egipto y Sudán rehusaron firmar el Acuerdo de Entebbe, del que son signatarios otros cinco estados de la Cuenca del Nilo. De su lado, las autoridades etíopes aseguran que la represa no afectará a Egipto y la semana pasada comenzaron a desviar las aguas del Nilo Azul para llenarla, horas después de la visita a Adis Abeba del presidente Mohamed Morsi para asistir a las ceremonias por el 50 aniversario de la fundación de la Organización de la Unidad Africana.