El Cairo, Egipto pedirá a Etiopía que detenga la construcción de una súper represa en el Nilo Azul, reveló Pakinam el-Sharkawi, la asistenta especial del presidente Mohamed Morsi en declaraciones que circulan hoy.

Ese será nuestro primer paso; el comité nacional que se creará para tratar este asunto determinará las siguientes acciones, dijo el-Sharkawi, quien se abstuvo de dar detalles sobre el tema, devenido cuestión estratégica en el convulso panorama político egipcio y sobre el cual Morsi busca conseguir una postura común con sus opositores.

Las declaraciones de la asistenta presidencial siguen a formulaciones más beligerantes del ministro de Recursos Hidráulicos e Irrigación egipcio, Mohamed Baha el Din, quien advirtió la víspera que su país "no cederá una gota de agua de su asignación del Nilo".

Egipto tiene la parte del león en las asignaciones de agua del histórico río padre de su civilización, 55 mil millones de metros cúbicos al año, acorde con tratados que datan de fines del siglo XIX y principios del pasado, considerados nulos por Etiopía debido a que fueron rubricados por las ex potencias coloniales.

La gran represa Renacimiento es la gran esperanza etíope para proporcionar energía a su población y exportar otra parte para recibir ingresos en monedas fuertes.

El domingo pasado el mandatario convocó una reunión con los líderes de todos los partidos del espectro político egipcio, al que asistieron entidades opositoras, y en la que concordaron la necesidad de preservar la asignación vigente en la actualidad.

Etiopía asegura que el embalse no lesionará los intereses egipcios, pero a pesar de esas garantías, el tema ha soliviantado los ánimos en este país del norte africano.