Bangkok, Una oportunidad para variar el actual manejo de las aguas resulta el camino que perfila hoy Tailandia, en aras de evitar crisis como la vivida en este país durante la inundación prolongada de 2011.
Por ella se registraron daños considerables, en especial para la economía, que podrían haber sido menores o se hubieran evitado de existir un eficiente sistema de gestión del agua para hacer frente a situaciones similares.
El tema se mantiene en las prioridades de la agenda gubernamental, incluso ha sido objeto de análisis reiterado en el espacio semanal que comparte en los medios de comunicación de alcance nacional la primera ministra Yingluck Shinawatra.
Un decreto real que faculta al Ministerio de Hacienda para solicitar un préstamo fue emitido por el Gobierno para encaminar el plan de gestión del agua de manera sostenible, compuesto de cuatro fases fundamentales: protección, preparación, respuesta y recuperación.
Aunque el gobierno guiará y supervisará de manera directa la inversión, varias empresas locales y extranjeras interesadas en el proyecto fueron invitadas a proponer opiniones y soluciones posibles para la gestión integral del preciado líquido.
En recientes declaraciones, el viceprimer ministro Plodprasop Suraswadi señaló que gracias a la nueva inversión planificada Tailandia será capaz de enfrentar mejor situaciones que la catástrofe de 2011.
Según Suraswadi, la inversión puesta en marcha garantizará una mejor infraestructura y costará al país 11 mil 500 millones de dólares, además de ser un programa de gestión de las aguas sincronizado a un sistema de alerta de desastres.
Se trata de un enfoque integrado para la gestión del agua, la prevención de inundaciones y que se ocupará de la sequía, según se confirmó en la segunda Cumbre del Agua de Asia-Pacífico efectuada en mayo pasado en la ciudad de Chang Mai, a 700 kilómetros de Bangkok. |