Addis Abeba, El Parlamento de Etiopía ratificó hoy unánimemente un acuerdo regional sobre el uso de las aguas del Nilo, decisión que cuestiona el predominio de Egipto y Sudán sobre ese río africano.
"La ratificación del Acuerdo Marco de Cooperación (CFA) permitirá a los países ribereños utilizar de forma equitativa las aguas (del Nilo)", informó la cadena radial Fana Broadcasting Corporate.
Esa decisión del congreso constituye un nuevo impulso, desde el ángulo institucional, en la construcción de la Presa del Gran Renacimiento Etíope (GERD), que permitirá a este país desviar parte del caudal del Nilo Azul, lo que consideran podría disminuir la cuota de agua de Egipto.
El pasado 28 de mayo, Addis Abeba informó que desviaría un tramo del Nilo Azul, necesario para la construcción de la presa. El Cairo mostró su malestar por esa decisión etíope y se opone a la ejecución del proyecto.
El documento adoptado este jueves por el parlamento aquí, aún deberán ratificarlo Ruanda, Tanzania, Uganda, Kenya y Burundi, y se recuerda que es el resultado de una década de negociaciones.
Ese pacto dejará sin efecto al acuerdo del período colonial aún en vigencia por el cual "el Reino Unido concedió a Egipto en 1929 derecho de veto sobre los proyectos hidrológicos en el Nilo de otros países ribereños".
En 1956 los egipcios cedieron el control de parte del caudal del río a Sudán, tras independizarse de la corona británica.
Los documentos al respectos explican que tres años más tarde, en 1959, El Cairo y Jartum fijaron la distribución del agua: el primero obtuvo 55 mil millones de metros cúbicos cada año y el otro, 18 mil 500 millones, cada año.