Según el ente, durante el último siglo se incrementó el uso y consumo de agua, pues este creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población y las regiones con niveles crónicos de carencia de agua va en aumento.
“La escasez de agua es un fenómeno no solo natural sino también causado por la acción del ser humano. Hay suficiente agua potable en el planeta para abastecer a los 7 mil millones de personas que lo habitamos, pero ésta está distribuida de forma irregular, se desperdicia, está contaminada y se gestiona de forma insostenible”, asegura Onu-Daes.
La organización estima que, bajo el contexto actual de cambio climático, en el año 2030, casi la mitad de la población mundial vivirá en áreas de estrés hídrico, incluidos entre 75 y 250 millones de personas de África. Además, la escasez de agua en áreas áridas o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 y 700 millones de personas.