El Gobierno de China ha advertido a la población de su país del peligro que corren al beber agua, un agua que consumen millones y millones de personas. Además, tampoco garantiza la calidad del agua embotellada y la complejidad del acceso a agua potable es una de las mayores causas de muerte en el país asiático.
Y es que en China la gente se ve obligada a acudir al agua de los ríos, que está contaminada por la cantidad de desechos tóxicos presentes y que en algunas zonas es incluso de color rojo. No obstante, las autoridades no hacen caso a estos problemas.
Tampoco recomiendan beber agua embotellada, debido a que los análisis y exámenes a las que someten a este elemento son de la época de la Unión Soviética y en muchas ocasiones presenta grandes cantidades de arsénico.