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Noticias Internacionales - Septiembre 2013


7 de septiembre de 2013

Aguas compartidas del Mekong, litigios y alarmas

 

 

Hanoi.- Dibujando una estirada serpiente en la cartografía de Asia se distingue el río Mekong, entre los más largos del continente, con casi cinco mil kilómetros en los que baña cinco distintos países, una bendición para cada uno a la vez que potencial fuente de desencuentros entre si.

A sus orillas se han desarrollado ciudades en siglos, entre ellas Luang Prabang, Vientiane y Phnom Penh, y de sus caudalosas aguas pende hoy la subsistencia de 100 millones de seres humanos, gracias a la captura de una diversidad de especies que los alimentan y nutren un fluido comercio, al par que contribuyen decisivamente a la agricultura.

Nace en China, en la meseta tibetana y discurre a través de la provincia de Yunán y sigue luego por Myanmar, Tailandia, Laos y Vietnam, donde se bifurca en nueve brazos que forma un delta de unos 40 mil kilómetros cuadrados y tres mil de canales navegables, hasta desembocar en el mar del Este.

A diferencia de este sector final del recorrido, la navegación resulta limitada en la mayor parte del río debido a la frecuencia de cascadas y cataratas muy pronunciadas y rápidos que atraviesan profundas gargantas.

Pero lo que puede ser desventaja en un aspecto, en otro se vislumbra como un filón aprovechable y este es el caso de los proyectos hidroenérgeticos que han proliferado como la espuma en las últimas décadas a expensas de las mismas corrientes a compartir y para ambientalistas a costa de la biodiversidad que proteger.

Ante la necesidad de regular su explotación y proteger el futuro del recurso común mediante un desarrollo sostenible, Cambodia, Laos, Tailandia y Vietnam crearon en 1995 la Comisión Intergubernamental del Río Mekong, llamada a coordinar políticas de capturas y de fomentos de complejos hidráulicos y advertir sobre perjuicios para el conjunto.

La fiebre de construcción de embalses siguió el mismo curso que el propio río del que se acopian las aguas, con China a punto de terminar cuatro, el mismo número en ejecución y un plan de siete más para 2030. A ello se suman ocho en Laos, dos en Cambodia y otras dos en Tailandia.

Intereses nacionales por delante, cada cual procura dotarse de potencial eléctrico a despecho de los impactos que ya comienzan a experimentarse, en un escenario de cambio climático, como por ejemplo descensos de caudales, alternados con desbordamientos que erosionan los suelos.

Expertos coinciden en que justamente la construcción de grandes represas constituye una de las cuatro amenazas que acechan al río Mekong, junto a la contaminación, las técnicas de pesca empleadas que son muy agresivas y destructivas, y la deforestación de grandes zonas de su cuenca.

El más reciente capítulo polémico gira en torno al gigantesco proyecto Xayaboury en Laos, objeto de discusión en los dos últimos años en el seno de la Comisión de cuatro países que se pronunciaron por un estudio previo a fondo sobre su posible impacto, y que terminó aceptando los cambios introducidos al diseño original sin por ello apagar preocupaciones albergadas por Cambodia.

Para Laos, entre las naciones más pobres del mundo significa una considerable inyección de ingresos y de empleos llevar adelante una obra que debe generar 26 mil megawats de electricidad, la cual en su 90 por ciento se venderá a Tailandia.

Sin embargo el Fondo Mundial para la Naturaleza retomó la inicial recomendación de la Comisión Intergubernamental del Mekong, de investigar las consecuencias, sosteniendo que una vez en operación, dicho complejo creará una barrera que impedirá la circulación de peces como el gato, de hasta 300 kilogramos de peso, importante fuente de alimento y comercio para poblaciones ribereñas.

Se trata del segundo río en el mundo, después del Amazonas, en variedades de especies, de mil 200 a mil 700, y 62 endémicas, entre las que figuran la carpa siamesa del barro y el panga de creciente aceptación en el mercado europeo, además de 160 tipos de anfibios y cinco humedales.

También se esgrime que afectará el flujo de sedimentos que las alimentan a la vez que beneficiabn los suelos, si bien las autoridades laosianas insisten que las modificaciones del diseño de Xayaboury tienen por objetivos conjurar precisamente los perjuicios apuntados para la ecología y la economía.

Su limo enriquece los arrozales de Vietnam en el delta, lo que permite a este país obtener tres cosechas al año y lo han convertido en el segundo productor mundial.

Pero el ministerio de agricultura sostiene que las aguas se encuentran en un nivel tan bajo que una pequeña subida anegará el 70 por ciento del territorio y la sal hará infértiles los campos dedicados al cereal.

Hace poco un foro que reunió a científicos, campesinos y funcionarios de Cambodia, Tailandia y Vietnam solicitó a expertos, legisladores y gobiernos la búsqueda de soluciones apropiadas para equilibrar el uso del recurso entre los países que lo comparten a fin de garantizar el sustento humano y el futuro de las cuencas en las décadas por delante.

Por su parte el Panel Intergubernamental de Naciones Unidas para el cambio climático valora que la cuenca del río Mekong será una de las zonas más afectadas por el calentamiento global y considera que el referido fenómeno vendrá dado por el comportamiento distinto de las estaciones climáticas, cada vez más extremas.

Dice la leyenda del río Mekong que cada uno de los dragones que forma su estuario es portador de una fuerza sobrehumana, capaz de crear y de destruir sus humores. Durante las temporadas estivales, el sol y el agua generan las mejores condiciones para que nazca y crezca una amplia diversidad de materias primas. Sin embargo, los inviernos lluviosos enfurecen a estos seres casi mitológicos y en su crecida puede arremeter contra todo lo que hallan a su paso.

Domarlo contra natura entraña los riesgos que ya se presencian, sin contar con los vaticinios que en el lejano año 1985 le escuché al entonces ministro de Estado para relaciones exteriores de Egipto y posteriormente secretario general de la ONU, Boutrous Ghali, mientras lo entrevistaba en su despacho, desde donde se divisaba el río El Nilo: "las futuras guerras serán por el agua".

 



 



Fuente:
7 de septiembre de 2013, Aguas compartidas del Mekong, litigios y alarmas. www.prensa-latina.cu
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