MÉXICO.- En México, debido a la sequía y desertificación, han sido afectadas 128 millones de hectáreas y 48 millones de habitantes, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Se estima que de las 22 ciudades en el País consideradas importantes por su número de habitantes y por lo que representa su actividad económica, 17 están asentadas geográficamente en zonas semiáridas y áridas.
Uno de los factores es la escasez de agua, considerado como "un problema grave que ha ido en aumento".
Según la Estrategia Nacional de Cambio Climático, se prevé que los eventos de sequía aumenten, sobre todo en el norte del País. Además, la población de los municipios con riesgo relacionado a la salud humana supera a la población expuesta a eventos como inundaciones y deslaves.
Por sequías pecuarias se encuentran en riesgo 881 municipios y 14 millones de personas, mientras que en sequías agrícolas están en riesgo 480 municipios y seis millones de personas.
El documento añade que "la población, si bien es el más importante, no es el único valor expuesto a eventos
peligrosos. La infraestructura estratégica social y económica también está expuesta a eventos catastróficos".
Se analizaron, explica, eventos climáticos como sequías, inundaciones, deslaves, reducción de rendimientos
agropecuarios, transmisión de enfermedades y ondas de calor.
"Para medir la exposición se consideró, además de la población, la infraestructura estratégica social y económica que también está expuesta a eventos catastróficos.
El valor de esta infraestructura no se limita al valor intrínseco de los activos, sino que incorpora los servicios que proveen en el desarrollo del País, como las carreteras federales y las centrales de abasto", señala.
Sugiere que un incremento en la temperatura puede provocar una disminución en los rendimientos agrícolas, un aumento de ondas de calor o en la transmisión de enfermedades.
"Entre ellos encontramos 255 municipios que pertenecen a la Cruzada contra el Hambre y que concentran 10.4 millones de habitantes", agrega.
Las últimas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura indican que unas 12 hectáreas de tierra son transformadas en nuevos desiertos cada año y que un cuarto de la tierra agrícola está altamente degradada de alguna de forma irreversible.
Cambio climático
Según la estrategia que seguirá el Gobierno federal en los próximos años, "los escenarios de cambio climático se generan en un contexto de incertidumbre en cuanto al clima futuro, lo que constituye un serio problema
de comunicación de los riesgos futuros asociados al cambio climático global y regional".
Se prevé que en las próximas décadas México experimente un incremento de temperatura generalizado superior al 6 por ciento respecto a la media histórica, y que este será superior al incremento global.
"En consecuencia, podemos esperar un aumento en el riesgo de eventos climáticos relacionados con incrementos
en temperatura, como ondas de calor o la disminución de rendimientos agrícolas, incluso en localidades donde
históricamente no se han registrado", explica.
Advierte también que la adaptación debe realizarse a nivel local y, por ello, es importante considerar con mayor detalle las condiciones e impactos regionales e involucrar a estados y municipios en el desarrollo de planes locales de adaptación.
"Se deberán tomar en cuenta prioridades, necesidades, conocimiento y capacidad local que empoderen a las personas para planear y hacer frente a los impactos del cambio climático", sugiere.
Los daños relacionados con estos eventos han pasado de un promedio anual de 730 millones de pesos en el periodo de 1980 a 1999 a 21 mil 950 millones para 2000-2012 en el País.