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Noticias Nacionales - Octubre 2013


6 de octubre de 2013

Anuncia Cecop demanda internacional contra la CFE por abrir las compuertas de la presa

 

HÉCTOR BRISEÑO

Venta Vieja fue arrasado y 16 pueblos de los bienes comunales sufrieron daños, alega

El poblado de Venta Vieja, en la zona rural de Acapulco, asentado en los márgenes del río Papagayo y a un costado de la presa hidroeléctrica de La Venta, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fue arrasado el pasado 15 de septiembre por la tormenta tropical Manuel.

Pobladores del lugar relataron que la repentina y sorpresiva crecida del agua, cuyo nivel se incrementó unos 40 metros de su cauce normal, devastó aproximadamente un centenar de viviendas, además de una primaria y la parroquia Sagrado Corazón de Jesús.

En el sitio sólo restan vestigios de una colonia rural que se mantuvo más de 35 años, cuyos habitantes se avecindaron cuando ya estaba la presa.

El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), sostiene que la CFE es la responsable del hundimiento repentino de Venta Vieja y el desastre causado en al menos 16 poblados de 47 anexos que conforman los Bienes Comunales de Cacahuatepec, que sufrió pérdida de caminos y centenares de milpas, pues las compuertas de la presa no fueron abiertas a tiempo, pues cuatro de ellas estaban descompuestas, lo que provocó que el agua se desbordara por encima de la misma.

Debido a ello, anunciaron que interpondrán una demanda colectiva ante organismos nacionales e internacionales, para exigir una investigación a fondo por el manejo de la presa.

El miércoles anterior, el vocero del Cecop, Marco Suástegui Muñoz, expresó que la CFE debe resarcir a los afectados por los daños ocasionados, la pérdida de animales y de milpas.

Mencionó que “sabemos que hubo negligencia, que no fue desastre natural, la creciente no fue natural, fue provocada y en este caso por la presa de La Venta”.

En recorrido por lo que fue Venta Vieja, se constató que la presa únicamente mantiene tres de las siete compuertas, lo que indica que las cuatro restantes fuerron derribadas por el agua o por ingenieros de CFE con otros mecanismos, pues no están en su sitio. Sobre las tres compuertas que quedan, mientras el líquido fluye aún con intensidad, lucen troncos atorados; también hay dos torres de vigilancia parcialmente destruídas.

Pobladores de Venta Vieja que se han refugiado en Agua de Perro, donde viven provisionalmente unas 250 personas, unos dos kilómetros arriba, ofrecen versiones contradictorias, pues temen quedarse sin apoyos del gobierno para reubicarse “si dicen cosas de más”.

Su única coincidencia, es que el desarenador de la presa no fue abierto pues estaba azolvado. “Era demasiada la agua, la culpa fue de la naturaleza; desde el viernes 13 de septiembre abrieron las compuertas, queremos apoyo para salir adelante”, expresó Aurelio Elacio Martínez, quien estimó que el pueblo perdió unos 100 animales entre caballos, perros, gallinas, burros y chivos, y sostuvo que la fuerza del agua rompió los cables de acero del desarenador, por lo que la barrera volvió a cerrarse, provocando su acumulación y posterior desfogue con fuerza excesiva.

“Un ingeniero de la CFE bajó a avisarnos el sábado 14, en la noche, para que nos saliéramos con nuestras cosas porque ya se venía el agua dura, pero no le creímos porque teníamos fiesta, y nos quedamos, eso fue el sábado en la noche”, recordó Guadalupe Santos Morales, quien perdió tres huertas de limón y todas sus pertenencias.

“De hecho por la fiesta fue que nos dimos cuenta que lo que decía el ingeniero era verdad, el agua estaba saliendo, y el domingo 15 de madrugada agarramos lo que pudimos y nos fuimos”, añadió Aurelio Elacio, quien señaló que para las primeras horas del domingo el nivel del agua ya rebasaba el nivel de las compuertas y poco a poco el agua les subió hasta el pecho y luego la cintura.

“Tuvieron un error, al menos hubieran avisado antes y no a la mera hora, cuando vieron que el agua ya se venía y nos dijeron que sacáramos a toda la gente”, consideró Clara Morales Santos, quien reflexionó que las compuertas no se abrieron lo suficiente.

“Dicen que la culpa es de la Capama (Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco), pues no daban permiso a la CFE que se abriera el desarenador”, comento el campesino Antonio Nava Tagle, de 76 años, quien toda su vida ha vivido en la zona.

La presa arrastró agua y miles de troncos que ahora lucen bajo su estructura, mientras la planta hidroeléctrica continúa arrojando miles de litros cúbicos de agua enlodada. Habitantes de lo que fue Venta Vieja puntualizaron que no desean buscar culpables, sino respaldo para rehacer sus vidas.


 

 

Fuente:
HÉCTOR BRISEÑO, 6 de octubre de 2013, Anuncia Cecop demanda internacional contra la CFE por abrir las compuertas de la presa. www.lajornadaguerrero.com.mx
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