GUADALAJARA, JALISCO.- El investigador en hidrología urbana de la Universidad de Guadalajara, José Arturo Gleason Espíndola, resaltó la importancia de restaurar la subcuenca del Río San Juan de Dios.
Manifestó que en la parte alta de la subcuenca del río San Juan de Dios "hay que cerrarle el paso al concreto".
Propuso seis acciones para restaurarla, disminuir inundaciones al suroriente de la ciudad, recargar acuíferos y separar drenajes para incrementar la oferta de agua limpia.
Dijo que la creación de un parque ecológico en el cerro del Cuatro, la rehabilitación del vaso regulador Balcones del Cuatro, del canal del Sur y del parque Deán; la ampliación de áreas verdes, la rehabilitación y separación de colectores, destacan en el estudio elaborado en dos años por 15 profesores, 60 estudiantes de cinco Centros universitarios y vecinos de igual número de colonias.
Señaló que la subcuenca, delimitada por el cerro del Cuatro, las avenidas Colón, Lázaro Cárdenas y la zona del Álamo Industrial, tiene más de dos mil hectáreas urbanizadas sin planeación, lo cual borró áreas verdes y cauces de arroyos, como el San Juan de Dios.
Precisó que esto modificó el ciclo hidrológico, "antes, en condiciones naturales, el agua escurría 10 por ciento, 25 por ciento se infiltraba de forma somera y 25 por ciento de forma profunda.
Detalló que cuando se urbaniza sin ordenamiento, como fue el caso de Guadalajara, el escurrimiento sube a 55 por ciento, impacta la infiltración somera a 10 por ciento y la profunda a 15 por ciento, esto genera inundaciones y daños ambientales".
Destacó que el objetivo es restablecer el ciclo hidrológico de la cuenca insignia donde fue establecida Guadalajara.
"Por ejemplo, en el cerro del Cuatro proponen crear un parque con teleférico, retener aguas pluviales desde la parte alta del cerro mediante estanques y el diseño de una nueva antena, entre otras acciones", indicó.
Subrayó que se busca reducir las inundaciones 40 por ciento, así como favorecer la recarga de agua; con más áreas verdes crecerá la evapotranspiración, lo que generará más lluvias; la presencia de árboles disminuirá la temperatura y limpiará el aire.
Estimó que estos proyectos requieren inversiones costosas, pero "son necesarias, porque la cuenca del valle de Atemajac está totalmente desequilibrada en cuestiones hidrológicas, "no podemos pedirle agua a otras regiones o inundar otros pueblos, cuando no sabes qué hacer con tu agua".
Puntualizó que las primeras acciones que pueden realizarse son de educación ambiental, modificar hábitos de consumo de agua e impulsar sistemas de captación de este líquido.