Kabul, Las autoridades afganas confirmaron hoy la muerte de 148 personas tras los aguaceros reportados en el país, donde unos 60 ciudadanos permanecen desaparecidos y miles desplazados.
Las riadas en las provincias del noroeste de la nación, como Sari Pul, Badghis, Jawzjan y Faryab, afectaron a más del 85 por ciento de la población residente en barrios insalubres.
El vicepresidente segundo de Afganistán, Mohamed Karim Khalili, explicó en declaraciones a la agencia Khaama Press que el gobierno y los aliados internacionales intentarán proporcionar comida y refugio para los damnificados.
Mientras que el gobernador de Faryab, Mohamed Batash, reclamó ayuda urgente para la localidad, en la cual el número de familias afectadas por las inundaciones ascendió a 10 mil.
Al menos 60 personas murieron en agosto de 2013 en el este de Afganistán a consecuencia de las inundaciones por lluvias torrenciales.
De acuerdo con criterios especializados y reportes de la prensa nacional, las precarias infraestructuras en Afganistán, sobre todo en zonas rurales, propician que las riadas causen gran cantidad de muertos cuando las lluvias son abundantes.