Washington, Cerca de 500 mil residentes del estado norteamericano de Ohio fueron afectados hoy en el consumo de agua potable, tras detectarse una toxina en una planta de tratamiento del líquido en la ciudad de Toledo.

A causa del incidente el gobernador de Ohio, John Kasich, declaró el estado de emergencia en tres condados del territorio después que las pruebas dieron positivo a la microcistina, la cual puede causar náuseas y alteración de la función hepática.

Esta es la segunda vez que Ohio se ve obligado a emitir una advertencia de "no beber" agua a causa de este tipo de toxinas. Una alerta similar se produjo en la localidad de Carrol, en 2013.

Sin embargo, la aparición ahora de la microcistina (posiblemente provocada por una floración de algas en el lago Erie) es el tercer caso de este año en el que agua contaminada ha dejado grandes poblaciones mirando con cautela a sus grifos, recordó un reporte de la página digital del diario Los Angeles Times.

En enero, un derrame de productos químicos fuera de Charleston dejó a 300 mil residentes de Virginia Occidental sin agua para consumir.

Un mes más tarde, una tubería rota ocasionó otro accidente en la fuente abastecedora de agua potable a los habitantes de algunas partes de Carolina del Norte y Virginia.