Nueva Delhi, Las inundaciones en el oriental estado indio de Orissa han dejado hasta hoy 45 muertos y un millón de damnificados, aunque las lluvias han cedido y el nivel de los ríos vuelve poco a poco a sus cotas habituales.

Un centro de bajas presiones en el golfo de Bengala avanzó tierra adentró y provocó intensas precipitaciones en el territorio, un fenómeno usual en esta época del año.

Las inundaciones afectaron a más de mil 500 pueblos y aldeas del estado, uno de los más pobres de la India.

A la espera de la retirada de las aguas, lo cual podría tomar dos días, un conteo preliminar de los daños reveló que unas 30 mil casas fueron parcial o totalmente destruidas, y que quedaron inundados más de tres millones de hectáreas de cultivos.

En octubre del año pasado el ciclón Phailin, con vientos de hasta 220 kilómetros por hora, dejó en Orissa 23 muertos, miles de viviendas destruidas y grandes afectaciones a la agricultura, la industria pesquera y la infraestructura.

La temporada ciclónica en la India se extiende de abril a diciembre, un periodo durante el cual se originan destructivas tormentas, sobre todo en la bahía de Bengala, a la que dan las costas de Orissa.