Viviendas destruidas, miles de damnificados y nueve muertos han dejado las intensas lluvias registradas en las últimas horas en Paraguay y Brasil.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ayer ofreció ayuda a las víctimas de las lluvias que castigaron el pasado fin de semana los estados de Paraná y Santa Catarina, sur de Brasil.

Según la Defensa Civil de Paraná, las lluvias dejaron nueve muertos y 55.659 afectados, entre los cuales 7.530 perdieron sus casas y unos 4.700 tuvieron que ser alojados temporalmente en escuelas y gimnasios.

En tanto, en Paraguay, unas tres mil casas se inundaron por la crecida del río Paraná, en la frontera con el estado brasileño de igual nombre, y casi 7.000 familias fueron afectadas por inundaciones del río Paraguay, cerca de Asunción.

Miguel Rivarola, de la oficina de hidrología de la hidroeléctrica paraguayo-brasileña Itaipú sobre el río Paraná, dijo que el aumento del caudal hídrico “se debe a la crecida del río Iguazú y este, a su vez, tiene mucha agua por las intensas lluvias en Brasil”. “El lunes (ayer) tenemos una cota de 119 metros del río Paraná en Ciudad del Este, pero el martes (hoy) llegaría a 124 metros sobre el nivel del mar”, especificó.