Kuala Lumpur, A la siembra de nubes acudió el Gobierno de Malasia para atenuar la sequía que azota a varias regiones del país, como resultado de la cual hay racionamiento de agua.
Si al fin hay lluvia, estiman los expertos, habrá una solución transitoria del problema, en tanto que un aguacero con todas las de la ley solo ocurrirá si existe la suficiente reserva en la atmósfera.
El método para paliar la sequía incluirá la inducción de precipitaciones en las regiones de Selangor, Negeri, Sembilan, Malaca y Johor, donde la carencia del vital líquido ha sido más notoria.
Las autoridades confían en que la lluvia se registrará en las zonas seleccionadas, aunque también depende de la dirección del viento que puede jugar una mala pasada.
El Gobierno exhortó a un uso racional del líquido (beber, cocinar y bañarse), pero hay quienes desestiman esa convocatoria y continúan despilfarrándolo como el caso de los lavadores de automóviles que seguirán operando hasta que se les sequen los grifos, aseguraron.
Esta semana comienza la segunda fase de racionamiento de agua mediante una disposición que cubrirá unos 200 distritos del valle de Klang, con unos 2,2 millones de habitantes.
En esa región solo habrá dos días de abastecimiento por los acueductos y otros dos mediante camiones cisternas situados en lugares clave, mientras que durante el resto de la semana se cancelará el servicio.
Las autoridades sanitarias recordaron a los habitantes revisar recipientes y envases, a fin de impedir reservorios del mosquito Aedes aegypti, el causante del dengue.
De enero a la fecha, murieron 36 personas por esa enfermedad y se se reportaron unos 18 mil casos, que implica un aumento de 350 por ciento comparado con el mismo período del año pasado.