El Gobierno alemán ha aclarado este lunes que no tiene previsto levantar la actual prohibición sobre la fracturación hidráulica ('fracking') que limita la extracción de gas hasta una profundidad de 3.000 metros.

El semanario 'Der Spiegel' había informado de una hipotética revisión de los actuales límites, pero una portavoz del Ministerio de MedioAmbiente ha desmentido esta posibilidad, si bien el Gobierno no
descarta una futura revisión de la ley si el progreso tecnológico garantiza la extracción segura.

El 'fracking' implica el bombeo de agua y químicos con alta presión a través de perforaciones para levantar las rocas que contienen el gas. Las encuestas reflejan una alta oposición a dicha técnica entre la población alemana, principalmente por el miedo a la contaminación de pozos.

La industria alemana, preocupada por los efectos que tiene sobre su competitividad el alza de los precios de la energía doméstica y las rebajas de la de Estados Unidos --entre otras razones por la expansión del 'fracking'-- se ha mostrado partidaria de revisar la regulación.
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