El Cairo, Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán acordaron proseguir las conversaciones sobre el conflicto que los opone por la construcción en de una súper represa en el rio Nilo, se supo aquí hoy.
La tercera ronda de conversaciones sobre ese controvertido proyecto hidráulico emprendido por Etiopía será convocada en el plazo de un mes en una sede aún por determinar, dijeron los participantes.
Negociadores de los tres paises fueron instados el jueves pasado por el presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, a anteponer la cooperación a las diferencias.
El centro del conflicto está centrado en las inquietudes egipcias por una hipotética disminución del flujo de las aguas del Nilo por su territorio, su única fuente de abastecimiento para consumo humano y económico, necesidades que tienden a aumentar por su galopante crecimiento demográfico.
Entre los acuerdos adoptados en la reunión, que transcurrió a puertas cerradas, los titulares de Irrigación de los tres países acordaron escoger a una firma internacional, de entre nueve candidaturas, para que determine el impacto del embalse.
Un estudio previo encargado a expertos de los tres países fue descartado por incompleto.
Para Etiopía la presa Renacimiento, cuyo costo estimado es de cuatro mil 800 millones de dólares, resulta fundamental ya que es el eje de un proyecto hidroeléctrico del que espera obtener energía para su consumo interno y además exportar a países vecinos.
Egipto aduce que el llenado del embalse disminuirá el flujo del Nilo, perjudicará la operación de la represa de Asuán, en el sur del país, y provocará la salinización de los suelos en el delta del río.
Además, expresa temores por la posibilidad de un accidente por causas naturales que provoque una inundación de proporciones cataclísmicas en Sudán y el sur de su territorio, eventualidades que Etiopía considera infundadas.