En la delegación Gustavo A. Madero más de 40 mil personas sufren la escasez de agua potable: les llega sólo cuatro horas al día y el chorro que cae es diminuto, aseguran.

Los Barrios de San Juan Guadalupe Ticomán y Barrio La Candelaria son los que padecen esta problemática que, aseguran los mismos vecinos, tiene más de 20 años.

"El agua cae entre las ocho de la mañana y las 12:00 y durante el resto del día y la noche vuelve a llegar, el problema es que a esa hora todos los vecinos quieren almacenarla y sólo son chorritos los que llegan", comenta la señora Julieta Santiago, del barrio de San Juan Guadalupe.

De acuerdo con habitantes de estos barrios, su problema de escasez de agua se acrecenta por ubicarse en las faldas y sobre el cerro del Chiquihuite, lo que dicen, complica la llegada del servicio.

Hace seis meses, los vecinos solicitaron a las autoridades de la GAM que se realizara un cambio de tuberías para que la cantidad de agua fuera mayor, pero el personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) dejó el trabajo inconcluso, por lo que desde hace dos meses y medio el agua llega sólo cuatro horas al día.

"Abrieron la zanja en donde se iba a hacer el cambio, pero los trabajadores vienen un día y tres no, el problema es que nos quedamos sin agua hasta para las cosas más elementales", comenta la señora Antonia Rodríguez.

"Cuando el agua cae, que es entre las 08:00 y las 12:00 horas del día, todos los habitantes de estos barrios abren sus llaves para almacenar en botes, tambos, cubetas y cisternas, pero como la red de agua se satura, les cae lo mínimo y les es imposible lograr reunir suficiente líquido.

Los lugareños dicen que además de la falta de agua, la que les llega es turbia, tiene tierra y es de un tono amarilloso, por lo que se ven limitados a hacer cosas tan simples como lavar los trastes, limpiar sus baños, bañarse, lavarse las manos, y la limpieza de sus casas, lo que ha obligado a algunos habitantes a modificar sus hábitos: desde intercalarse para tomar una ducha, a usar cubiertos desechables.

"Al no tener otra alternativa, otros vecinos hemos tenido que usar el líquido aunque tenga tierra y ahorita dos de mis nietas tienen infección estomacal, además de que a todos nos han salido granitos en la piel", comenta Guillermo González, habitante de la zona.

A pesar de que la delegación es la encargada de proveer pipas en casos necesarios, Miguel Alarcón, otro colono, menciona que para tener agua rápidamente algunos vecinos las han comprado hasta en dos mil pesos, incluso menciona que en escuelas de nivel básico les han pedido cooperación para tener agua.

"En la zona hay cuatro escuelas, al menos en la secundaria que va mi hijo le pidieron cinco pesos a cada niño y con eso llevaron pipas, porque ni a las escuelas las atienden con el suministro a pesar de que ponen en riesgo a los niños", señala la señora Julieta Santiago.

Comenta que ya se han dado casos de niños con infecciones en vías urinarias porque entran a los baños sucios, sin contar las estomacales, pues aunque distribuyan gel antibacterial, sigue habiendo problemas de higiene.

Por su parte, Clemente Cruz, representante vecinal, dijo que si se quieren evitar levantamientos como los ocurridos en septiembre de 2011 en donde vecinos armados de los dos barrios secuestraron pipas y saquearon tanques de almacenamiento, "es urgente la atención de las autoridades para resolver un problema que afecta a miles de familias"