Alarma con el aumento de la basura electrónica que podría contaminzar las zonas naturales. Estos desechos terminan en tiraderos a cielo abierto y contaminan el ambiente, advirtió el maestro Heberto Ferreira Medina, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM. Agregó que en 2011 durante una reunión de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), de la cual México forma parte, se concluyó que la legislación actual para apoyar e incentivar el reciclado de la basura electrónica en México era muy laxa, pues en Estados Unidos y Canadá ya se cuenta con incentivos del gobierno para el reciclaje de los desechos electrónicos.
La Comisión es un pilar importante de cara a mantener el cuidado del medio ambiente y la naturaleza, para asegurar su superviciencia en el futuro. La citada Comisión es la responsable de atender las preocupaciones regionales relativas al medio ambiente, ayudar a prevenir posibles conflictos ambientales y comerciales, así como de promover la aplicación efectiva de la legislación ambiental entre países.
Está claro que actualmente se trata de uno de los principales problemas que afectan al país. Señaló que México carece de una normatividad gubernamental muy clara de qué hacer con los desechos electrónicos, no hay incentivos y apoyo por parte de los fabricantes para crear una cultura del reciclado. Dijo que el consumidor no se responsabiliza por retornar los equipos electrónicos que ya no usa, faltan campañas nacionales para reciclar, además de que en las empresas, universidades y oficinas se tiende a acumular equipo inservible, ya que no tienen políticas de donación, desecho o reciclaje.
El responsable Ferreira Medina explicó que las empresas de reciclaje en México se concentran en la reutilización de papel, cartón, plásticos y metales, por lo que existen muy pocas para el manejo de electrónicos, además de que el problema más complejo es el costo de desensamblaje, distribución y la falta de mercado real para los productos que se reciclarán.
El señor Ferreira Medina, quien también es profesor del Instituto Tecnológico de Morelia, aseguró lo siguiente sobre el caso: “Cuando los equipos electrónicos son desechados en basureros, existe el riesgo de que las sustancias tóxicas que contienen sean liberadas contaminando el medio ambiente. Se producen lixiviados, que es la combinación de basura, metales pesados, desechos orgánicos e inorgánicos, y que van permeando en nuestros mantos acuíferos, los cuales son contaminados con plomo y mercurio, entre otras sustancias nocivas”.
Los problemas son muy grandes para las personas, especialmente afectan a su salud. Esta problemática conllevan a que metales pesados (como cromo, plomo, mercurio, platino o arsénico) y plásticos retardantes de flama y bromuros (PBDEs, por sus siglas en inglés) que son parte de aparatos electrónicos, contaminen nuestros mantos acuíferos. Estos, en cantidades muy altas provocan graves efectos en la salud como intoxicaciones agudas, daños neurológicos y en el tracto respiratorio, afecciones cardiovasculares, deformaciones en los huesos y cáncer.
Ante esto, ya han surgido iniciativas para informar sobre cómo prevenir este tipo de inconvenientes. Entre las principales recomendaciones que pueden seguirse en el hogar o la oficina para lograr una adecuada disposición de los desechos electrónicos, figuran el no tirar a la basura los celulares, tarjetas electrónicas, los CD, monitores, cables y los CPU, entre otros aparatos electrónicos. Asimismo, si es posible, deben ser almacenados en un lugar en donde no entren en contacto con agua, luz, viento, calor y llevarlos a un centro de reciclado en la primera oportunidad.
