MÉXICO, DF., Con el propósito de declarar al agua tema prioritario de la agenda nacional, no sólo por su carácter estratégico en las actividades económicas y seguridad nacional del país, sino porque sin agua no podemos vivir, el Grupo Parlamentario Nueva Alianza (GPNA) presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales, para regular el uso o aprovechamiento de las aguas pluviales, su distribución y control, así como la preservación de su cantidad y calidad con el fin de lograr el desarrollo integral sustentable.

Según un comunicado, ante el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el GPNA señaló que diversas naciones han tomado ya las precauciones en lo que ven como la inevitable crisis del agua a nivel global, además de reconocer este problema como factor de conflictos bélicos del futuro, por lo que si México no toma las medidas necesarias, “enfrentaremos una severa escasez de este vital líquido”.

La iniciativa, suscrita por la coordinadora parlamentaria de Nueva Alianza, María Sanjuana Cerda Franco y los legisladores Dora María Talamante Lemas y René Fujiwara Montelongo, establece que el uso desmesurado y su creciente contaminación por la industria, el agronegocio y los centros urbanos, ponen en riesgo el equilibrio de una nación y del planeta entero.

Es por ello, dijo la legisladora Talamante Lemas al presentar el documento ante el Pleno, que situamos el problema desde una perspectiva amplia, al pretender políticas públicas encaminadas a preservar el agua de lluvia, entendida como la infraestructura en represas, ollas de agua, entre otros, con el fin de incrementar los niveles de agua en los mantos freáticos, “por lo que pedimos que el Ejecutivo Federal declare como causa de utilidad pública la instalación de estos sistemas de captación”.

Expresó que la recolección de esta agua constituye una opción viable, que traería importantes beneficios a la población. "De manera ecológica y sustentable se alcanzaría el abasto de agua en los hogares, disminuyendo presión de mantos acuíferos, así como las inundaciones".

Hagamos conciencia del problema, insistió la diputada aliancista, ya que nuestro país posee aproximadamente el 0.1 por ciento del total de agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina como zona semidesértica, mientras que sólo el 7 por ciento del agua residual generada es tratada y el 17 por ciento se consume en algún fin específico.

La legisladora, integrante de la Comisión de Energía, expuso que cifras de la Unesco revelan que alrededor de tres millones de individuos mueren anualmente por enfermedades relacionadas con la falta de servicios de agua potable y de saneamiento, tales como diarreas, esquistosomiasis, dengue y parásitos intestinales, entre otras.

El futuro debemos construirlo con decisiones en el presente, dijo la legisladora a las y los diputadas y senadores, al exponer que “nuestra viabilidad como nación dependerá de la inteligencia que tengamos para poder afrontar los retos que nos presenta un tema crucial como es la provisión del agua”.

Dijo que resulta paradójico que mientras ciudades y poblaciones del país padezcan las inclemencias de las lluvias torrenciales que se presentan cada vez con mayor frecuencia, no haya la posibilidad de aprovechar esa gran cantidad de agua pluvial con una visión de sustentabilidad.

El problema de la escasez de agua se tiene que analizar desde su carácter multidimensional, en donde se sitúa la vivienda, colonia, delegación, región, nación y el mundo, en tanto que en su característica multifactorial, que incluye temas culturales, de educación, económicos, políticos, tecnológicos, ecológicos y ambientales, sostuvo la diputada Talamante Lemas.

Dijo que todos estos son factores, sin duda, indispensables, y que directa o indirectamente se ven influenciados por el tema del agua, al ser un tema transversal, cuyo aspecto estratégico es primordial para el desarrollo y de seguridad nacional de todos los países.

Consideró que el abastecimiento del agua es uno de los más delicados en la agenda nacional e internacional, porque sin agua, la vida no es posible. La disponibilidad del vital líquido para la actual y las futuras generaciones es un asunto de seguridad nacional, concluyó.