Torreón, Coahuila.- A pesar del esfuerzo para tener un control relativo del problema del hidroarsenicismo en La Laguna, sigue sin haber equidad ambiental en la parte rural, donde a pesar de que se tiene menor población, es evidente que está expuesta a enfermedades relacionadas con la contaminación del agua, declaró el Gonzalo García Vargas, toxicólogo e investigador de la UJED.
Dijo que en Torreón, donde se han concentrado los esfuerzos gubernamentales para el monitoreo y instalación de filtros a pie de pozo en las norias con más contaminación, se tiene un control relativo, según se ha informado.
Entiende que continúa el monitoreo de los niveles de arsénico en los pozos, pero agregó que deben ser transparentados los reportes.
Cuando se habla de la perforación de nuevos pozos y de aumentar la profundidad de algunos, para abastecer la amplia demanda del servicio de agua potable.
Dijo que se deben estar revisando áreas rurales y que se den a conocer los reportes de las contaminaciones.
Explicó que según los estudios académicos realizados, se sabe que en las áreas rurales, al estar situadas en la periferia, las concentraciones del metaloide son mucho mayores que en el área urbana.
Para el investigador siguen siendo focos rojos de contaminación Tlahualilo, Francisco I Madero, San Pedro y en algunas áreas de Matamoros, que tienen exposiciones varias veces más altas que las que existen en la metrópoli, donde si se han visto esfuerzos.
"Es cuestión de justicia y equidad ambiental, el que tengan también agua de buena calidad", comentó.
En la parte rural de La Laguna, donde a la población se le ha dejado al margen de medidas de remediación, calcula que hay cinco veces más contaminación que en los puntos de las zonas urbanas donde actualmente se instalan los filtros.
Destacó que son comunes los casos de cáncer de piel y enfermedades como diabetes, pero no es fácil que se den a conocer las cifras relacionadas por las características y deficiencias del sistema de salud del país.
La Norma Oficial Mexicana establece que el agua es potable si tiene 25 microgramos de arsénico por litro de agua, cuando la recomendación de la Organización Mundial de La Salud es que no tenga más de 10 microgramos de arsénico por litro de agua.
Mientras que la norma oficial de Alemania es de 5 microgramos de arsénico por litro.
Por lo que la norma oficial mexicana es 150 por ciento más alta que la recomendación de la OMS.
En 2008 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios había sacado un proyecto de norma para bajarla de 25 unidades a 10.