Si el estado de Veracruz no garantiza el derecho al agua, no tan sólo será un estado de pobres sino de sedientos, expresó el académico e investigador de la Universidad Veracruzana (UV) Rafael Arias Hernández, al referirse al tema de las presas hidroeléctricas que implica que los ríos sean acaparados por intereses particulares nacionales y extranjeros.

De acuerdo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en Veracruz hay 115 proyectos hidroeléctricos. Especialistas y organizaciones civiles, así como pobladores de las regiones aludidas, han resaltado que además de que el vital líquido será acaparado por intereses privados, el “entubar” los ríos provocará daños ambientales irreversibles en un contexto de consecuencias negativas por el cambio climático, situación ante la que Veracruz, advierten, es altamente vulnerable.

Al respecto, Arias Hernández resaltó que los gobiernos de Veracruz y de México no deben olvidar que hay derechos humanos que garantizar, entre ellos el del acceso al agua.

De lo contrario “seremos ya no sólo un estado de pobres sino de sedientos… El derecho al agua debe ser garantizado tanto por los gobiernos municipales, estatales y federal”.

Y es que si los ríos son acaparados por intereses particulares nacionales y extranjeros, estará más limitado el acceso al derecho del agua. La pobreza, por ende, aumentará, pues ocurre como cuando la gente ya no puede acceder a los productos de la canasta básica.

Arias Hernández refirió que según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en un informe de 2013, el país tiene más de 270 mil concesiones y asignaciones de aguas.

Esto es, dijo el economista, “punta del iceberg, del gran problema de su privatización, auspiciada, alentada y provocada por gobiernos ineficientes, corruptos y delincuentes. ¿Privatización en Veracruz?“, cuestionó.

En el caso del agua, la situación es aún más grave, pues el agua es vital para la vida y el bienestar.

En ese sentido, Rafael Arias Hernández se pronunció porque haya una evaluación del ejercicio del poder público y una revisión a fondo sobre el tema de las presas hidroeléctricas.

“La guerra y los crecientes conflictos por el agua hace tiempo están en Veracruz. Lo sabemos desde siempre pero no lo queríamos, ni lo queremos aceptar y enfrentar. Veracruz de pobres, hambrientos y sedientos. Sin buenos gobiernos crecen la escasez, tandeo, racionamiento y condicionamiento. Y cuando hay agua, es cara y de mala calidad”, ha advertido.