La Procuraduría General de la República obtuvo un peritaje que señala que aguas sin tratar y contaminantes van a dar a la Laguna de Cajititlán, y está en curso una averiguación previa para establecer responsabilidades. Esto se inició a partir de una denuncia que presentaron ejidatarios del lugar.

El documento pone en evidencia que las tres plantas de tratamiento construidas en el gobierno de Emilio González Márquez en torno a la laguna -Cajititlán tiene cinco- simplemente no funcionan. En ellas se invirtieron en su momento más de 200 millones de pesos.

ANTIGUA DENUNCIA

EL OCCIDENTAL publicó el 30 de junio del 2013 que la Laguna de Cajititlán estaba en crisis ecológica y a pesar de la inversión de más de 365 millones de pesos en saneamiento, el cuerpo de agua comenzaba a presentar serios problemas de contaminación.

Entonces, la Comisión Estatal del Agua (CEA) confirmaba: La planta Cajititlán, la cual tiene una capacidad de tratamiento de 12 litros por segundo y opera 11; la planta San Juan Evangelista, con capacidad para tratar cinco litros por segundo y sólo trata 1.5; y finalmente, la planta de tratamiento Tlajomulco, equipada para tratar 60 litros por segundo y lo hace con 57.5.

Al realizar un recorrido en la zona se pudo advertir la subutilización de las plantas, varias de ellas operadas por un solo hombre, que sólo la encendían en ratos. Mientras tanto y a pesar de estar prohibida, continuaba la zona la pesca.

Muestreos del 2009 señalaban que las aguas contenían nutrientes del tipo nitrógeno y fósforo, los cuales propician la aparición de algas o maleza acuática y coliformes fecales, originados principalmente por las descargas de aguas residuales.

La CEA se deslindó: Las plantas de tratamiento son responsabilidad operativa y financieramente del municipio, cuya autoridad es la responsable de conectar el drenaje sanitario a las plantas para el saneamiento del agua.

El laboratorio del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) confirmó en un nuevo estudio -en un documento firmado por el maestro Gabriel Palacios Huerta- lo siguiente: "Respecto al nivel de contaminación, riesgos en la salud animal, vegetal y humana, la demanda bioquímica de oxígeno es muy alta, lo que indica alto grado de contaminación probablemente por descargas municipales, hecho que se refleja en los resultados de los análisis microbiológicos por la presencia de coliformes y el alto índice de sólidos suspendidos totales; en relación a materiales pesados no es considerable la contaminación, ya que las principales fuentes de éstos son las descargas de industrias, de las cuales no hay una presencia considerable".

En un segundo párrafo el documento indica: "En relación a la viabilidad para su uso en el deporte del nado y la pesca y el consumo de los animales que viven en ella, se considera de alto riesgo por el lado de la contaminación microbiológica, ya que al nadar puede haber ingestión de determinadas cantidades de agua; en la pesca y consumo del producto de la misma es definitivamente de alto riesgo, ya que los microorganismos no son destruidos completamente al momento de cocinarlos y muchas veces la preparación de ese tipo de alimentos no implica el uso de calor".

Termina señalando: "Es por lo tanto recomendable que se cuente con un mayor número de plantas de tratamiento de aguas municipales (aguas negras) y/o mayor control de las mismas".

SEMADET Y CEA SE CONTRADICEN

En el mes de octubre del 2013 -casi cuatro meses después de esa publicación de EL OCCIDENTAL- se dio la mortandad masiva de peces en la laguna y al respecto se informó por parte de la Comisión Estatal del Agua (CEA) de Jalisco que esto era consecuencia a la contaminación de la laguna.

La CEA informó que las "condiciones que presenta en estos momentos la laguna de Cajititlán tienen su origen por la intervención del hombre mediante la contaminación, tratamiento inadecuado de las aguas residuales, descargas de aguas negras, sobreexplotación y extracción, lo que provoca daños en la vida acuática".

La misma CEA aseguró entonces que el agua no era tratada y señaló el deficiente trabajo en las plantas de tratamiento que opera el Ayuntamiento: "Al no tratarse de manera adecuada las aguas residuales, se deteriora gradual y paulatinamente la calidad del agua de la laguna, lo que puede provocar mortandad de peces, como ocurrió hace 10 años, en 2012 y en el pasado octubre".

Rápidamente apareció la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (Semadet) para desmentir a la CEA y sin esperar a emitir un documento, por redes sociales difundió: "La muerte de peces en la laguna de Cajititlán, Tlajomulco es un fenómeno cíclico que ocurre dos o tres veces al año".

Lo que es más, refrendó: "Las causas que generan la muerte de peces popocha o mojarra de lama son por variaciones de temperatura, disminución de oxígeno, muerte natural".

AVALA PGR LA CONTAMINACIÓN 

Sin embargo, hoy con base en una denuncia de los ejidatarios, la Procuraduría General de la República a través de su agencia del Ministerio Público de Delitos Ambientales dentro de la averiguación previa 5837/2013, pero en una diligencia apenas realizada el pasado lunes 12 de mayo, ha determinado que "hay un impacto adverso al cuerpo de agua o laguna, puesto que las descargas de aguas residuales hacia el mismo se hace de manera directa".

El documento que confirma la postura de la CEA y vuelve a contradecir a Semadet cita que "la contaminación de una corriente por residuos industriales o domésticos en cantidades excesivas, rompe el ciclo. La excesiva contaminación introduce generalmente demasiada materia orgánica inestable en la corriente".

Se advierte de falta de oxígeno en el agua, malos olores y otras molestias, así como un proceso de degradación del agua que implica cambios químicos, físicos y biológicos.

El documento consta de 11 páginas y ya forma parte del expediente que se integra a partir de la denuncia presentada el año pasado por los mismos ejidatarios.