Tijuana.- La zona vitivinícola y olivarera de Baja California enfrenta una gran problemática por la falta de agua para el riego de los cultivos, que de no atenderse significaría un duro golpe a la economía de los productores y del mismo Estado.
Ensenada en general está en una situación complicada con el agua, por lo que el caso del campo, en particular de las zonas productoras vitivinícolas y olivareras se acrecienta, ya que la prioridad para el Gobierno siempre será el proveer agua para el consumo de los habitantes.
Para atender la situación se requiere una inversión de más de 2 mil millones de pesos, que tendrían que ser de recursos federales debido a que el Estado no cuenta con ese capital, explicó Gabriel Díaz García de León, director del Museo de la Vid y el Vino.
Actualmente las producciones no están en riesgo, sin embargo, señaló, en un par de años podría desatarse una crisis de agua, aunada a esto, está el cambio del clima, que siempre es un factor preponderante para el éxito de las cosechas.
Díaz García de León recordó que la producción de vinos de Baja California representa el 80% de la producción nacional y casi el 90% se realiza en la zona del valle de Ensenada.
Aunque se produce vino en algunas partes de Tecate y de Mexicali, el valle en el municipio costero es la zona más importante.
La inversión que buscan los productores del valle permitiría llevar aguas residuales tratadas de Tijuana a las zonas vitivinícolas y olivareras, con lo que la producción podría incrementar en dos o hasta tres hectáreas, lo que se generaría una cadena de empleos, producción y ganancia que por sí solo permitiría recuperar la inversión.
El Director del Museo informó que se está trabajando en el proyecto de una presa de almacenamiento que, en caso de realizarse, la inversión millonaria abastecería el riego de las plantaciones, hasta que se hayan construido los canales de riego que permitan direccionar el agua.
En tanto que el proyecto para las líneas de conducción por donde correría el agua ya está listo para ser ejecutado, se espera a que el Gobierno federal apruebe el recurso económico para la zona.
El desabasto de agua está presente en todo el Municipio, por lo que la prioridad para el Gobierno es que se resuelva el consumo de agua para la población en general.
Se necesitan dos cosas; primero que se resuelva el abasto para consumo humano, nunca se le va a dar prioridad al campo por encima de la población; y en segundo término, que se invierta en el proyecto integral que permita aprovechar las aguas residuales tratadas en la zona vitivinícola, puntualizó García de León.
Si de igual manera se arrojan al mar, porque no sacarle provecho, se preguntó el Director del Museo de la Vid y el Vino.