En México, las comunidades rurales siguen careciendo de los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento. Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2011), el 20% de la población rural no cuenta aún con el servicio de agua. Las razones que explican este retraso son de diversa índole: geográficas, sociales, económicas y técnicas.
Para resolver esta problemática existen diversos programas gubernamentales para dotar de agua potable y saneamiento a las comunidades rurales: Conagua tiene el Programa para la Construcción y Rehabilitación de Sistemas de Agua Potable y Saneamiento en Zonas Rurales (Prossapys); la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas, el Programa de Infraestructura Básica para Pueblos Indígenas (Pibai), y la Secretaría de Desarrollo Social, el Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (PDZP). Además, hay organizaciones de la sociedad civil (Sarar Transformación A. C.; Fondo Mundial para la Naturaleza; Grupo de Estudios Ambientales, A. C, entre otras) que trabajan en comunidades rurales marginadas implementado proyectos de ecotecnias.
Para identificar los factores que intervienen en la determinación del éxito o fracaso de los programas de agua y saneamiento, especialistas de la subcoordinación de Participación Social del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua realizaron tres estudios de caso en poblaciones rurales donde se implementaron programas para la cobertura de agua y saneamiento. En Querétaro, se analizaron los casos de Chitejé de Garabato, Amealco, y Lagunita de San Diego, Landa de Matamoros; y en Oaxaca, la localidad de San Miguel Suchixtepec.
Los resultados principales que arrojaron estos estudios son:
- -Los proyectos que involucraron a las poblaciones beneficiadas en las distintas etapas de su implementación conservan en operación la mayoría de las tecnologías instaladas.
- -La instalación de sistemas no convencionales, de carácter individual o colectivo, deben considerarse como prioritarios para remediar la falta de servicios en las poblaciones rurales marginadas.
- -Se debe tener sustento técnico constante y contar con la aceptación social que garantice su utilización y mantenimiento adecuado.
- -Es deseable que los programas gubernamentales incluyan en sus ofertas tecnológicas sistemas no convencionales y exista una mayor apertura en las reglas de operación de dichos programas.
- -Se debe partir del conocimiento local de los problemas, las soluciones y las preferencias de la población objetivo, así como de las necesidades de cada caso.
- -Dado que las condiciones de falta de servicios afectan diferencialmente a la población, es deseable introducir el enfoque de género.
De esta manera, el IMTA contribuye a la adaptación de tecnologías para que las comunidades rurales tengan acceso al agua potable.