En Latinoamerica y el Caribe persisten grandes disparidades en el acceso a los servicios de agua potable y saneamiento, a nivel de países como al interior de ellos, según un documento difundido hoy aquí.

Generalmente son los más pobres y las personas residentes en zonas rurales quienes presentan mayores dificultades en ese sentido, refiere además el texto, elaborado por tres organismos de Naciones Unidas.

En este las organizaciones de ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y Panamericana y Mundial de la Salud, precisaron que las difeerencias en cobertura en áreas urbanas y rurales es significativa.

Por ejemplo, en Haití casi dos tercios de la población rural no cuenta con servicios sanitarios mejorados, frente al 22 por ciento de la residente en las ciudades.

En Guatemala cerca del 40 por ciento se encuentra en tal situación en la zona rural, en comparación con el área urbana.

El documento, denominado Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, presentado en la XXXV Conferencia Regional de la FAO, que sesiona en Montrego Bay, Jamaica, indica además que en términos generales el número de individuos que comparten instalacuiones sanitarias es mayor en las ciudades que en el campo.

De acuerdo con el texto, el acceso al agua potable y saneamiento está en la base del desarrollo humano y es fundamental para el sector agrícola, industrial, energético y doméstico, y particularmente para el desenvolvimiento de los asentiamientos humanos y de los ecosistemas.

El informe enfatiza en que la existencia de servicios de agua y saneamiento adecuados es esencial para la prevención de enfermedades infecciosas y parasitarias, muchas de las cuales son causales de desnutrición.

La falta de apetito, incorrecta absorción de nutrientes, aceleración del metabolismo y mayores pérdidas de sangre son algunos de los impactos negativos de tales enfermedades e infecciones, que pueden incrementar el riesgo de retraso del crecimiento y afectar el desarrollo cognitivo, entre otras consecuencias.

En el documento también se advierte que la escasez de agua para la agricultura y sistemas alimentarios es una situación a la que los países de la región deben enfrentarse.

A ello se suma que el cambio climático aumenta la incertidumbre respecto de la disponibilidad de agua de lluvia y de los niveles del liquido, al afectar las precipitaciones, escurrimientos y flujos hidrológicos.