Etiopía continuará con la construcción de su presa del Gran Renacimiento, confirmó el embajador de este país en Sudán, Mulugeta Zewdie, en declaraciones reseñadas hoy por la prensa nacional.
Al decir que 'este asunto no se puede negociar', Zewdie enfatizó que no hay diálogos sobre si detener o retrasar la construcción.
El representante diplomático acusó a las partes extranjeras, a saber, Eritrea, de intentar desestabilizar a su nación suministrando armas y dinero a grupos de la oposición para sabotear proyectos vitales, incluido el de la mencionada represa.
'Probaremos con evidencias sólidas el grado de participación de manos foráneas ocultas, tanto en el tema de la construcción de ese enclave, como en otras cuestiones de política interna', sentenció Zewdie.
Una reunión trilateral entre Etiopía, Sudán y Egipto sobre el tema, originalmente programada para el 24 y 25 de febrero, se retrasó, en tanto El Cairo expresa su preocupación porque sigue en pie la construcción de la represa.
Las negociaciones entre los tres países africanos están estancadas por un desacuerdo sobre un informe técnico preparado por una oficina de consultoría francesa en torno al embalse que Etiopía está preparando en el Nilo Azul.
En diciembre, Egipto propuso a Addis Abeba la participación del Banco Mundial como una parte neutral en los trabajos del comité técnico, pero eso fue rechazado.
La nación del norte de África teme que la presa reduzca su suministro de agua, pues el Nilo Azul es un importante afluente del Nilo, mientras Etiopía asegura que la misma traerá más generación de energía y no dañará a los dos vecinos aguas abajo: Egipto y Sudán. La presa del Gran Renacimiento se encuentra en la región de Benishangul-Gumuz, en el este del territorio etíope, a unos 15 kilómetros al este de la frontera con Sudán.