Desde hace al menos diez años, los más de cinco mil habitantes del municipio de Tepezalá deben utilizar para sus labores cotidianas agua contaminada con arsénico y otros metales pesados, situación que ha derivado en un deterioro generalizado en la salud de los tepezalenses. Si bien el problema se agrava en las zonas del municipio que se encuentran cercanas a la zona minera, la situación prevalece en prácticamente todos los pozos que abastecen a la zona. Tepezalá se encuentra ubicado 49 kilómetros al norte de la capital del estado y desde hace varios siglos ha sobrevivido de la minería. En este territorio se encuentra enclavada desde hace varias décadas la planta productora de Cementos Cruz Azul. La diputada local por ese municipio, Josefina Moreno Pérez, denunció que esta situación data de al menos una década, sin que ninguna autoridad municipal, estatal o federal haya hecho algo para solucionar esta problemática.

"Se ha tratado de realizar una serie de interconexiones con pozos donde el problema es menor, pero se sigue teniendo una alta concentración de arsénico. El agua sale amarilla, es dañina para la salud y esta contaminación nos ha provocado ya muchos casos de insuficiencia renal y otras enfermedades."

La legisladora local explicó que la Universidad Autónoma de Aguascalientes ha realizado varios estudios de la calidad del agua, mismos que han arrojado altas concentraciones de azufre y metales pesados en toda la red del ayuntamiento. Se ha propuesto ya la construcción de una planta purificadora que cuente con filtros que eliminen la contaminación del vital líquido que se entrega a la población a través de la red, sin que el ayuntamiento, el Instituto Estatal del Agua o la Conagua hayan dado una respuesta positiva al proyecto. Recordó Moreno Pérez que el subsuelo de la zona es rico en minerales de todo tipo, los cuales han contaminado los mantos acuíferos, en conjunto con las minas que operan en el lugar. “Las tierras de esa área del estado son ricas en minerales. La actividad minera ha sido la base de la supervivencia de las familias que ahí vivimos, pero todo lo que hay en su subsuelo ha comenzado a causar daño en los habitantes de Tepezalá y todas las autoridades hacen oídos sordos a esta problemática”, concluyó.