Hoy el mundo está siendo testigo de los efectos que está teniendo el planeta con la modificación de la distribución y disponibilidad del agua por el cambio climático. Día a día, se presentan fenómenos naturales más intensos y recurrentes como ciclones tropicales y sequías. Ante esto, se tuvo la necesidad de priorizar el tema de seguridad hídrica dentro de las agendas internacionales con la finalidad de enfrentar estos retos con responsabilidad, compromiso político y con sólidas bases técnicas.

Es por ello, que en el marco de la Sesión Plenaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Cumbre Sobre el Clima 2014, realizada en el marco de la 69° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, propuso la creación de un Panel Intergubernamental del Agua como base para construir una nueva visión del agua dentro de las agendas internacionales.

La propuesta fue retomada en la 46° Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2016, encabezada por el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, y el Presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, quienes convocaron a la creación del Panel de Alto nivel sobre Agua como una plataforma para promover e impulsar acciones y decisiones en la agenda internacional del agua.

Como reconocimiento a la propuesta inicial del Presidente Enrique Peña Nieto, México fue elegido como copresidente junto con una isla que es la República de Mauricio por los dos años de vida del Panel, el cual estuvo integrado también por otros nueve países.

El pasado 14 de marzo México y Mauricio presentamos al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, los resultados del Panel y posteriormente a la comunidad internacional del agua en el marco del VIII Foro Mundial del Agua de Brasilia, en Brasil.

Las recomendaciones conforman un llamado a todos los actores, incluidos los ciudadanos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales y el sector privado, a involucrarse para atender los desafíos que enfrenta el sector hídrico.

Muchos de estos retos se reflejan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial al número 6 que llama a mejorar la disponibilidad de los servicios de agua y saneamiento, la calidad del agua, la gestión integrada del recurso, a gestionar la escasez y a una mayor cooperación internacional, pero también a la participación de las comunidades en la gestión del agua.

Del Plan de Acción del Panel derivaron 14 iniciativas que abordan algunos de los retos antes mencionados; de ellas destaca la dedicada a la reducción del riesgo de desastres que busca cambiar el enfoque de una gestión reactiva a una preventiva, con el objetivo de incrementar la resiliencia en nuestras sociedades. Además, se implementó una estrategia de comunicación abierta para la difusión de los temas del agua.

Derivado de varias consultas, el Panel recomendó a la comunidad internacional una agenda en tres niveles:

1. Bases para la acción. Es decir, la toma de decisiones requiere de información y datos, así como de considerar el verdadero valor del agua en todas sus dimensiones.

2. Una agenda integrada a nivel local, nacional y regional que considere un enfoque integrado e incluyente a todos los sectores, incluso a través de las fronteras.

3. Catalizar el cambio, construir asociaciones y fomentar la cooperación internacional a través de la Década Internacional para la Acción: "Agua para el desarrollo sostenible" (2018 – 2028).

No debemos olvidar que las acciones en cada país son un ingrediente esencial para realizar los cambios necesarios. Por lo tanto, las recomendaciones del Panel están principalmente dirigidas a líderes políticos y líderes de opinión, en los sectores público y privado, que pueden determinar e influir en las políticas.

Y precisamente este es uno de los grandes aportes del Panel: vincular las decisiones de política pública a la ciencia del agua. Que los grupos de especialistas proporcionen a los hacedores de políticas públicas y a quienes toman decisiones los elementos técnicos y científicos para realizar una gestión integrada, así como una adecuada adaptación, prevención y mitigación de riesgos hidrometeorológicos.

El cambio requerido será complejo, multifacético y desafiante, a menudo controvertido, y requerirá la cooperación de todos los interesados.

Pero el mensaje central del Panel es claro: el mundo ya no puede considerar al agua como un recurso eterno. Por ello, es una labor de todos comprenderla, valorarla y gestionarla de una mejor forma. México ya empezó a hacer su parte.