San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca.- Ante la recuperación de los mantos acuíferos con la captación de la lluvia, las 16 comunidades zapotecas que integran la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (Copuda), reclamaron a la Conagua un trato diferenciado para tener acceso al líquido.
"Esa demanda se basa en las acciones que hemos hecho como campesinos para la captación del agua de lluvia y dar mantenimiento a los mantos, sin el concurso de la propia Conagua”, rememoró Juan Justino Martínez González, uno de los iniciadores de la lucha.
Pero la Conagua no ofreció ninguna alternativa y la Copuda decidió presentar un amparo para la revisión del decreto de veda en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
“En las 16 comunidades tenemos alrededor de 350 obras para la captación del agua de lluvia, entre represas, retenes, ollas y pozos de absorción, pero ni así nos respondió la Conagua. En cambio, autorizó a la compañía Cuzcatlán (filial de la canadiense Fortuna Silver Mines), la explotación del agua en forma indiscriminada por más de 50 años, para su mina en San José del Progreso”, asentó.
En una resolución, histórica para muchos, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa determinó el 8 de abril de 2013, someter el caso a una consulta indígena en las 16 comunidades y así de paso, sentar al Estado mexicano en el banquillo de los acusados.
“La consulta indígena es un proceso histórico y único en el país, pues es una manifestación del reconocimiento del derecho a la libre determinación de los pueblos y comunidades indígenas y sobre todo, abre la posibilidad para que se modifique una legislación que afecta a nuestras comunidades indígenas”, apuntó.
En la consulta indígena, la Copuda presentó una propuesta para la creación de una zona reglamentada comunitaria indígena, por tener la capacidad para manejar y decidir el uso del agua en su territorio, en vez de una concesión.
“Las comunidades tenemos la capacidad de administrar y decidir, conforme a nuestras propias normas comunitarias y al ejercicio del derecho de libre determinación y autonomía sobre nuestro territorio. Es por eso que se hizo esa propuesta; sin embargo, la Conagua nos quiere imponer una concesión con determinados metros cúbicos, pero sin garantizar nuestra demanda de agua, a pesar de no hacer alguna obra para recuperar el nivel de los mantos freáticos”, señaló.
La zona reglamentada comunitaria indígena plantea una opción distinta para hacer uso del líquido, porque se necesitan hacer obras de captación de la lluvia y así, se evita la explotación de los mantos acuíferos.
“Ese es el propósito fundamental de la lucha de las comunidades, el cuidado del agua. Todas las comunidades estamos comprometidas a elaborar una reglamentación de uso, administración, control e incluso sancionar al interior de la comunidad de acuerdo a nuestros sistemas normativos, a quienes no asuman ese compromiso”, terminó.
Consulta, en riesgo
SAN ANTONINO CASTILLO VELASCO, Oaxaca.- A pesar del protocolo establecido para su desarrollo, la consulta indígena ha sido puesta en riesgo por la propia Conagua, la CFE y últimamente por la Comisión de Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), por sus inasistencias a las diferentes sesiones y por la violación de los principios establecidos.
“De acuerdo con el protocolo, la consulta debe hacerse de buena fe, previa, libre, informada, culturalmente adecuada, flexible, sistemática y transparente, corresponsable, participativa, para alcanzar acuerdos, pero la Conagua ha ofrecido datos confusos e información inadecuada, incluso hasta de otras regiones del estado, como de la Mixteca”, afirmó Carmen Santiago Alonso, directora general del Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, organización que ha dado acompañamiento a las 16 comunidades zapotecas.
De hecho, la Conagua no ha contado con la información necesaria para ofrecer un diagnóstico claro sobre la situación de los mantos acuíferos en las 16 comunidades, a pesar de tener las herramientas tecnológicas.
“Ni la propia Conagua tiene claridad en la información con la que cuenta; por eso, es que no proporcionó la información solicitada por las comunidades integrantes de la Copuda”, añadió.
Además, en la etapa deliberativa de la consulta indígena, la Conagua y la CFE han presionado a las comunidades zapotecas a renovar sus títulos de concesión.
“Uno de los elementos esenciales de la consulta es su carácter de libre, es decir, que quienes participan no deben estar bajo ningún tipo de presión externa que pueda influenciar su participación”, apuntó.
Aparte de esto, la Conagua y las demás dependencias involucradas hacen uso de tácticas dilatorias, principalmente con sus inasistencias durante el proceso y el incumplimiento de compromisos y acuerdos, para retardar el proceso.
“Eso es lo que están haciendo, pero creemos que ya no tienen salida, porque la demanda de las comunidades zapotecas es justa y fundada. El decreto que se pretende modificar ya no responde a sus necesidades”, finalizó.
El proceso de la consulta indígena:
*Acuerdos previos
*Etapa informativa
*Etapa deliberativa
*Etapa consultiva *Etapa de ejecución y seguimiento de los acuerdos
