Monterrey N.L.-. Los afluentes La Silla, Santa Catarina y San Juan registran peces muertos; autoridades realizan acciones de limpia para frenar mayores estragos.
Las consecuencias de un incendio generado el sábado pasado en la empresa recicladora de aceite Retalsa, que se extendió a por lo menos ocho empresas contiguas pasó la factura al ecosistema de los ríos La Silla, Santa Catarina y San Juan, en Cadereyta.
Y desde el domingo, personal de Profepa alertó del derrame del combustible sobre los afluentes, por lo que encabezó labores de supervisión a las actividades de contención del hidrocarburo.
Ayer lunes, a más de 32 kilómetros de donde se originó incidente, el aceite llegó hasta el río San Juan en Cadereyta, sitio en el cual una cuadrilla de alrededor de 12 personas realizaron labores para el retiro de peces que flotaban ya sin vida.
“Hay un daño a la flora y a la fauna, tenemos mortandad de peces, tenemos los cauces impregnados de aceite y aquí lo que toca es trabajar y darle todo el seguimiento para que pueda esto ser remediado lo mas pronto posible”, indicó en entrevista con El Horizonte, el delegado de la Profepa en Nuevo León, Víctor Jaime Cabrera.
Entre mojarras, bagres, robalos y especies exóticas de peces conocidas como Plecos, en diferentes tamaños, eran sacados por personas de la empresa ISALI, contratada para llevar a cabo los trabajos de remediación.
Además de la colocación de cordones oleofílicos en tres puntos de contención ubicados en Juárez y dos en Cadereyta, se utilizaron productos a base de bacterias biodegradables y biodegradantes el hidrocarburo así como la colocación y posterior retiro de tapetes absorbentes y retiro de peces muertos.
Este martes, la Profepa realizará un sobrevuelo con apoyo del helicóptero de Protección Civil del estado para verificar el alcance del derrame.
Dueño de Retalsa se niega hablar
A pesar de que fue identificado por personal de Profepa como dueño de la empresa Retalsa, compañía en la que se originó el incendio el sábado y causó graves pérdidas a unos ocho negocios contiguos y la muerte de miles de peces en los tres ríos, el sujeto negó ser el propietario de la firma o siquiera trabajar en ella.
Negándose a dar su nombre, Rafael, como fue identificado por el delegado de la Profepa, dijo estar en el sitio para evaluar los trabajos que desarrollaba un ingeniero que recién se había movido del lecho del Río San Juan, luego, dijo que supervisaba las labores de la cuadrilla.
