Así lo ha manifestado en una rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo regional, Leandro Esteban, quien, como hizo ayer en un comunicado, ha subrayado que la posición del Gobierno de Castilla-La Mancha se basa en dos principios claros: la prioridad de la cuenca cedente en el uso del agua y la garantía de que la comunidad tendrá sus necesidades presentes y futuras "perfectamente cubiertas".
"Para eso vamos a trabajar con denuedo", ha dicho el portavoz del Gobierno después de que la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura decidiera ayer declarar disponibles 270,8 hectómetros cúbicos de agua de la cabecera del Tajo para posibles trasvases al Segura en los próximos seis meses.
Leandro Esteban ha recordado que esa disponibilidad no quiere decir que se vayan a trasvasar 270 hectómetros cúbicos, pero, en cualquier caso, ha insistido en que hace falta sensatez y responsabilidad para afrontar la cuestión del agua desde un punto de vista nacional.
Un debate en el que va a trabajar y que incluso "quiere liderar" el Ejecutivo que preside María Dolores de Cospedal, pues, su portavoz, sólo con una planificación hídrica entendida "como una unidad nacional" se pueden entender las distintas posiciones y resolver los problemas.
A su juicio, cualquier declaración o posicionamiento que se exprese desde otras premisas, no estará hecha con "sensatez" ni con "conocimiento", sino con "intereses poco recomendables".
Por otra parte, Esteban ha sido preguntado por las medidas adoptadas por el Ejecutivo regional a raíz de la contaminación que sufre el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel por la llegada de agua sin depurar o mal depurada.
El portavoz ha indicado que, en el marco de sus competencias, el Gobierno regional ya ha iniciado las "medidas de control necesarias" y ahora espera el resultado de "las pesquisas y averiguaciones" emprendidas.