Los Ángeles, California ─ La sequía tiene al menos un lado bueno: los récords a la baja en las lluvias han generado agua más limpia a lo largo de toda la costa californiana, señala un nuevo reporte.
Durante el verano del 2013 el 95 por ciento de las playas localizadas en el estado de California recibieron calificación de “A” o “B” en la calidad de su agua, lo cual representa una mejoría del dos por ciento respecto al año anterior, según la anual Tarjeta de Reporte sobre Playas que este jueves dio a conocer el grupo ambientalista Healthe Bay.
Las calificaciones aumentaron en gran parte debido a las menores cantidades de escurrimientos contaminados que bajaron a la costa durante el año más seco de que se tenga memoria, dice Healthe Bay.
El análisis toma en cuenta los resultados de las pruebas sobre calidad del agua procedente de cientos de playas para calificar con una letra entre la “A” y la “F” en base al nivel de bacterias encontrado en el agua de playa, el cual puede indicar los patógenos capaces de enfermar a los nadadores.
En el informe se detectaron mejoras incluso en las playas del condado Los Ángeles, el cual desde hace largo tiempo es uno de los más contaminados a nivel estatal. El año pasado el 90 por ciento de las playas del condado obtuvieron calificación de “A” o “B”, a comparación del 84 por ciento que la recibió en la temporada veraniega del año pasado, la cual abarca de abril a octubre.
Las calificaciones más altas podrían parecer noticias alentadoras a los amantes de las playas. Sin embargo, el 2013 fue el año más seco de los 119 de los cuales se tiene registro y las consecuencias de varios años de precipitaciones bajas y su efecto reductor de escurrimientos “podrían estar dando la falsa sensación de que el agua de playa está mejorando a largo plazo”, se indica en el reporte.
La calidad del agua podría empeorar si, como se ha pronosticado, este año se desarrolla en el Pacífico un El Niño, con el potencial de traer más precipitación para arrasar con un volumen más alto de escurrimientos contaminados que llegarían a las playas californianas.
Tres playas del condado Los Ángeles están incluidas en la lista estatal sobre las 10 playas más contaminadas: la Playa de la Madre en Marina del Rey, Cabrillo en San Pedro y la popular playa del Muelle de Santa Mónica, que volvió a la lista tras cuatro años registrando resultados más limpios en las pruebas.
Funcionarios municipales de Santa Mónica atribuyeron la caída en la calidad del agua a las grandes rasgaduras en las redes instaladas bajo el muelle con el propósito de impedir que las palomas se congreguen y contaminen el agua con sus heces cargadas de bacterias.
“No tenemos ninguna fuga de aguas residuales o pluviales durante el clima más seco del verano”, dijo Dean Kubani, director de mantenimiento del gobierno de la ciudad.
Santa Mónica ya reparó las redes y espera que el año próximo vuelva a mejorar la calidad del año, agregó Kubani, añadiendo que “si no vemos mejoras, vamos a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que el agua esté limpia”.
De acuerdo con Healthe Bay, el año pasado la playa californiana más contaminada fue la playa Cowell, cerca del muelle de Santa Cruz.
La calidad del agua continuó mejorando en Long Beach, que alguna vez fue notoria por su contaminación. El 87 por ciento de las playas de la ciudad obtuvieron calificaciones de “A” y “B” durante el verano, 10 por ciento más que el año anterior.
También se halla considerablemente más limpia la principal playa ubicada en el centro turístico Avalón de la isla Santa Catalina, el cual durante 12 de los últimos 14 años fue clasificada como una de las 10 playas más contaminadas debido a las fugas crónicas en su sistema de aguas residuales.
En el 2011 funcionarios reguladores de agua ordenaron a la pequeña ciudad abordar el problema reparando el sistema de aguas residuales, mejorando el monitoreo y corrigiendo otros problemas. El gobierno municipal ha gastado millones de dólares en reparaciones y adoptado decretos y medidas reductoras de la contaminación que han mejorado los niveles bacteriales lo suficiente como para abandonar la lista de las 10 playas más sucias.
Funcionarios locales atribuyeron los resultados a un manejador de halcones contratado el año pasado para espantar a las gaviotas que contaminan el agua con sus heces, así como a los señuelos para coyotes que el condado ha instalado y la planta tratadora con rayos ultravioleta que desinfecta el agua pluvial antes de llegar al océano.
“Al parecer el efecto fue inmediato”, dijo en torno al manejador de halcones la analista ambiental de la ciudad de San Clemente Mary Vondrak. “Cuando él empezó a trabajar en la playa desaparecieron las gaviotas y en una semana ya teníamos calificaciones de A”.
Otras populares playas han mejorado lo suficiente como para ser eliminadas de la lista de las más contaminadas, pero aún les falta mucho para ser consideradas limpias.
“El muelle de Malibú y el muelle Redondo quizá no estén este año en la lista de las playas más sucias”, se indica en el reporte. “Sin embargo, resulta inquietante que ambos sitios hayan obtenido calificación de “C”… durante uno de los años más secos de la historia”.
Para algunas de las playas más limpias de la zona, Healthe Bay recomienda la lista de 33 playas estatales que obtuvieron calificación de “A-más” por su excelente calidad del agua en el transcurso de todo el año. Algunas de ellas son The Wedge en Newport Beach, Main en Laguna Beach, la playa Will Rogers en el Cañón Pulga y varias playas de Carlsbad.
La principal casusa de contaminación del agua en las playas es el escurrimiento urbano, el cual a consecuencia de la lluvia o del riego arrastra hasta la costa un montón de contaminantes procedentes de los jardines, caminos y centros industriales localizados cerca de los arroyos, el sistema de aguas residuales y los ríos.
A efecto de abordar el problema, Healthe Bay recomienda a los gobiernos locales adoptar cuotas y decretos nuevos destinados a construir infraestructura para captar lluvia y escurrimiento y evitar que el agua contaminada alcance la playa.