El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL) ha advertido este miércoles de consecuencias "desastrosas e irreversibles" para el sector agroalimentario del Plan Hidrológico que se prepara para la cuenca del Segura ya que sostiene que la planificaciónde riegos se ha hecho a partir de estimaciones incompletas y existe un "claro déficit hídrico que amenaza gravemente la supervivencia de una importante zona agrícola".
La entidad, que ha presentado alegaciones al texto durante el periodo de exposición pública, calcula que la aplicación de los nuevos planes "supondría la pérdida de 1,5 millones de toneladas de alimentos, 650 millones de euros y 43.000 empleos".
Según ha destacado la entidad en un comunicado, ya ha presentado alegaciones a los documentos 'Propuesta de Plan Hidrológico', 'Proyecto del Plan de Gestión de riesgo de Inundación' y 'Estudio Ambiental Estratégico" del proceso de planificación hidrológica de la Demarcación Hidrográfica del Segura'.
De acuerdo con el escrito, "para distintos horizontes, que van desde 2015 a 2033, comprobamos que en todos los escenarios las demandas son superiores a los recursos propios y externos con los que cuenta la cuenca del Segura". En concreto, sostiene que "la planificación de los riegos se ha hecho a partir de estimaciones incompletas" porque "no se aprecia en los cálculos de necesidades de agua en las distintas Unidades de Demanda Agraria la conveniencia de introducir la fracción de lavado que se requiere para atenuar los efectos de la salinidad, especialmente en la Vega Baja del Segura".
En este caso, la salinidad del agua es "alta debido a la utilización de retornos de aguas de las cuencas alta y media y a la utilización de aguas regeneradas procedentes de distintas EDAR". Por tanto, los ingenieros agrónomos afirman que el déficit de la Cuenca del Segura "es mayor del que se expone en la propuesta de Plan Hidrológico analizado".
Las conclusiones de las alegaciones del COIAL están basadas en cálculos empleados en la ingeniería del regadío y "avalados por publicaciones científicas y técnicas referentes a nivel internacional". Con ellos afirman que, a pesar de los aportes externos que ha venido teniendo la demarcación hasta el momento -el más importante el del Trasvase Tajo-Segura-, "existe un claro déficit hídrico, por lo que los cambios producidos estos últimos años amenazan gravemente la supervivencia de una importante zona agrícola creada y amparada por leyes aprobadas por el Estado Español".
Un déficit creciente
Al respecto de los aportes externos, los ingenieros agrónomos recuerdan que antes de la aprobación de la Ley 21/2013 (en su disposición adicional 15ª) la reserva entre los pantanos de Entrepeñas y Buendía era de 240 hectómetros cúbicos "evidentemente atendidas todas las necesidades del Tajo". En esta ley, sobre la que el COIAL mostró su desacuerdo por esa disposición adicional, se elevaba la reserva entre Entrepeñas y Buendía en 160 Hm3, hasta llegar a los 400 Hm3. Por último recuerdan que, aunque la ley permite un aprovechamiento de hasta 600 Hm3, "el aprovechamiento medio de la vida del trasvase ha sido de 350 Hm3".
A su juicio, este incremento de 160 Hm3 en los embalses de cabecera y el déficit hídrico 'real' que tiene la demarcación "supondría el no poder trasvasar agua en varios años, y las consecuencias sobre el sector agrario serían desastrosas e irreversibles".
A la vista de estos datos, el COIAL afirma que existe "un déficit en la demarcación del Segura, y por tanto un grave peligro de que esto se pueda mantener en base a cambios legislativos producidos en los últimos años, que amenazan gravemente la supervivencia de una importante zona agrícola".
Los ingenieros agrónomos recuerdan que el comportamiento hidrológico "no se puede estudiar ni evaluar de forma aislada en un momento del tiempo determinado, sino que se tiene que contemplar su comportamiento hiperanual, ya que los ciclos hidrológicos son los que son, y aunque si bien es cierto que las imágenes que se nos están mostrando parecen alarmantes, la situación puede ser totalmente asumible dentro de este comportamiento hiperanual".
"Otra cosa bien distinta es que por falta de infraestructuras en el Alto Tajo no se pueda realizar una planificación hídrica que garantice la seguridad del suministro o que se puedan plantear medidas compensatorias para los términos municipales de cabecera, cuyas actividades turísticas pueden verse afectadas", ha advertido la entidad.