La península de Baja California es el único lugar en el mundo en donde se reconoce la crianza del tiburón ballena, informa Denis Ramírez, doctora en ciencias por el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), directora del proyecto Tiburón Ballena México, de la asociación civil Conciencia México.
"No es que en el océano Índico y en el Atlántico no existan lugares donde haya hembras preñadas o crías en crecimiento, es que no existe un lugar identificado, como pasa alrededor de la península", expresó.
Informó que la bahía de La Paz es un área de crianza, "como una especie de guardería para ellos", ya que los ejemplares que se encuentran cercanos a El Mogote, son jóvenes con apenas una talla de 4 metros de largo, que además tienen una alta fidelidad al lugar porque año con año regresan.
Así mismo dijo que la mayoría de los ejemplares crecen a lo largo del Golfo de California o Mar de Cortez, hasta que alcanzan la madurez, sobrepasando los 8 metros, pero es en la Isla del Espíritu Santo, así como en la zona sur de la península en Los Cabos y Bahía de Los Ángeles en BC, donde se observan hembras preñadas.
Destacó, que desde el punto de vista económico, el Tiburón Ballena es una especie que actual-mente genera una importante derrama local, y comienza a ser poco a poco una especie emblemática de La Paz, como sucede con la ballena gris en otras localidades.
Del lado del Caribe mexicano, sobre la isla Holbox y las islas que componen la región frente al estado de Quinta Roo, se encuentra la segregación más grande del mundo, agregó, lo que coloca al país en un lugar privilegiado en el planeta, en lo que se refiere al avistamiento de esta especie.
Una de las características del territorio submarino en el Mar de Cortez, que apoya la crianza de esta especie, es la combinación de aguas someras con agua más profundas, ya que, permite que las crías puedan permanecer en aguas bajas, lejos de los depredadores.
Por último, mencionó que actualmente se han iniciado estudios en aguas pacíficas frente a los estados del sur y oeste de México, donde se observan ejemplares grandes, dato que resalta como interesante, ya que actualmente se conoce poco de en dónde pasan los machos adultos la mayor parte de su vida.