Un total de 1.800 millones de personas en todo el mundo consumen agua potable de fuentes que no tienen protección contra la contaminación de las heces, según informa la fundación We Are Water, que colabora con diferentes ONGs para mejorar las instalaciones de saneamiento en países que lo necesitan.
La Fundación ha alertado hoy sobre la problemática de saneamiento e higiene existente a nivel internacional con motivo del Día Mundial del Retrete, que se celebrará el próximo día 19 de noviembre y que ha sido declarado por la ONU como día internacional con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre este tema.
Entre los datos que ha ofrecido la fundación, destaca que el 80% de las aguas residuales generadas por la sociedad fluyen nuevamente al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas.
Además, solo el 39% de la población mundial (2.900 millones de personas) usa un servicio de saneamiento administrado de manera segura, es decir, heces eliminadas de forma segura in situ o tratadas fuera del sitio.
Otros de los datos que facilita la fundación son que el 60% de la población mundial -4.500 millones de personas-, no cuentan con un baño en casa o tienen uno que no administra de forma segura los excrementos y, además, 869 millones de personas en todo el mundo practican la defecación al aire libre al no disponer de instalaciones de baño.
Según We Are Water "acciones como asegurar el consumo de agua no contaminada, una buena higiene o mejorar el saneamiento, podrían evitar alrededor de 842.000 muertes cada año".
La labor de la fundación es sensibilizar y hacer reflexionar a la opinión pública y a las instituciones sobre la necesidad de crear una nueva cultura del agua que permita el desarrollo justo y una gestión sostenible de los recursos hídricos en el mundo.