Tehuacán. Ante la posibilidad de que la aguas residuales que se desbordaron tras el colapso del biodigestor de la empresa Patsa, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acudió a tomar muestras de tres pozos que se encuentran en la zona afectada, así lo informó la inspectora; mientras tanto el Organismo Operador del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Tehuacán (Oosapat) inició la aplicación de un segundo plan de contingencia.
La inspectora Rosa López Hernández, destacó que Conagua llegó tras enterarse del problema ocasionado por el biodigestor, ya que existe la posibilidad de que las aguas hayan contaminado los pozos, por lo cual se tomaron muestras del que se tiene exclusivamente para el servicio de San Vicente Ferrer, que es el más cercano al Rastro de Aves, así como los correspondientes a la colonia Aviación y a la San Ángel.
El resultado de los análisis se tendrá en una semana, aproximadamente, según lo que le notificaron los visitantes de Conagua, para así determinar si se necesita aplicar alguna medida de saneamiento o si no existe riesgo para la población que recibe el líquido de esos pozos.
Si bien dijo que hasta el momento no ha recibido una queja directamente relacionada con la posible contaminación del agua que se recibe en los hogares, expuso que si hay personas que reportaron sufrir dolores de estómago, náuseas y otras molestias, por lo cual consideró adecuado el análisis del agua de los pozos.
Por su parte, el director del Oosapat, Mario Andrades Ortiz, aseguró que el organismo hizo los análisis correspondientes cuyo resultado indica que el agua de los tres pozos se encuentra libre de contaminantes por lo que se mostró seguro de que el líquido que se distribuye desde esos puntos de abastecimiento es apto para el consumo humano.
El director anunció que el consejo del Oosapat sesionó para autorizar la aplicación de un segundo plan de contingencia, no porque se tenga el temor de la contaminación del agua desde los pozos, sino por el resigo de que algunas sisternas no hayan sido completamente saneadas, por lo cual se buscarán los hogares donde exista ese riesgo.
Andrades expresó que todo ello debió ser trabajo de la empresa Patsa, propietaria del biodigestor que colapsó, pero el Oosapat intervino de inmediato porque es su deber vigilar por el bienestar de los ciudadanos, sin embargo, agregó que se obligará a la avícola a cubrir el costo de todo lo que se usó para atender la emergencia.