El agua es un recurso natural necesario e indispensable para la vida y para que ésta sea saludable.
Seguramente esta aseveración la hemos escuchado en múltiples ocasiones y también la percibimos de manera indirecta a través de los mensajes que los medios transmiten para ilustrar la necesidad de consumir suficiente agua todos los días, desde luego, debidamente embotellada con diferentes marcas.
Pero cabe preguntarse, ¿cómo se encuentran los lugares en donde brota la necesaria agua?, ¿qué tan bien los conservamos?, ¿cuánta basura depositamos en ellos?, ¿cómo procuramos conservar los bosques que forman parte del ciclo del agua?; preguntas que se pretenden atender de diferentes maneras entre ellas la necesaria concientización que promueve la reflexión sobre la escasez de agua y las problemáticas mundiales y nacionales problemas que son tanto sociales, como de salud, ambientales; en una palabra, de subsistencia, como lo podemos constatar en los datos de UNICEF que refiere que 2 mil500 millones de personas en el mundo padecen crisis de agua y consecuentemente diversas enfermedades.
Desde el año 1992 la asamblea de las Naciones Unidas en la Conferencia sobre el Medio Ambiente que se llevó a cabo en Río declaró el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua.
En otros años en estos foros se buscó la reflexión sobre los beneficios del agua o su relación con otros procesos como la generación de energía.
En este 2018 se aborda la problemática del agua desde una visión ecosistémica, buscando "explorar cómo la naturaleza puede ayudarnos a superar los desafíos que plantea el agua en el siglo XXI".
La escasez, dice la OMS, afecta a cuatro de cada 10 personas y más de 663 millones en el mundo se trasladan a lugares muy retirados para conseguirla.
Si consideramos que 60% del peso corporal humano es agua, resulta riesgoso soportar una deshidratación intensa, como sí pueden hacerlo aves y reptiles que manejan pérdidas hasta de 50%.
En este sentido la visión ecosistémica del agua considera la recuperación de bosques, restauración de humedales y en consecuencia el equilibrio en el ciclo del vital líquido.
Requerimos comprender que la presencia del agua está ligada a múltiples factores que se relacionan entre sí y que es fundamental atenderlos de manera integral para lograr de esta forma el necesario desarrollo sostenible y el "apoyo de la Naturaleza".