La fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló en voz de su coordinador el diputado Juan José Peralta Fócil que con su actitud, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) abona a la impunidad al rechazar la recomendación 61 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pues al asegurar que es “inconsistente, inaplicable y ajena a la realidad del caso al que se refiere”, demuestra su insensibilidad para comprender lo que padecemos los tabasqueños.
Manifestó que ante la actitud que asumió el pasado lunes José Luis Luege Tamargo, director general de la Conagua, al responder a la CNDH, en relación a la recomendación 61/2011 que es “inconsistente, inaplicable y ajena a la realidad del caso al que se refiere”, adjetivos que “dan cuenta claramente de su insensibilidad para comprender lo que padecemos los tabasqueños” pues con sólo mencionar que la recomendación 61 tiene todas esas condiciones, queda claro que el funcionario federal pretende desacreditar, de un plumazo, un trabajo serio que se tradujo en un documento de 39 páginas, que se nutrió de todas las voces involucradas, durante un lapso de varios meses. Según el coordinador parlamentario del PRD, se burla Luege Tamargo de los tabasqueños, así como de sus autoridades al afirmar que “sobre la reparación de daños de acuerdo a procedimientos administrativos, los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) estuvieron disponibles de acuerdo con la tramitación que hizo oportunamente la Conagua para emitir las declaratorias de desastre correspondientes”, como si el incumplimiento en los pagos del Fonden no fueran queja constante de los ciudadanos afectados.
Consideró que con soberbia, la Comisión Nacional del Agua no admite una sola falla pues desde la óptica de Luege Tamargo, el Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT) funciona, está bien diseñado, las obras se realizan en tiempo y forma, no se han registrado actos de corrupción, ”en fin, el mundo al revés” según este funcionario que le apuesta a la impunidad.
Manifestó que en ese orden de ideas, “significa que los tabasqueños no vivimos en el 2011 la repetición de la pesadilla que ya tuvimos en el 2010, en el 2009, en el 2008 y en el 2007 y significa que este año no hubo más de 300 mil damnificados y que es una falacia que cientos de ellos aún continúen con sus tierras y sus casas entre el agua”.