ZARAGOZA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El director del Water Assessment and Advisory Global Network, Carlos Fernández-Jáuregui, ha subrayado que el agua es "fuente de cooperación, no de conflictos" y ha lamentado que "los malos políticos manipulen el tema del agua porque saben que moviliza a la sociedad", para abogar porque la gestión del recurso hídrico sea una "política de Estado, como lo es la seguridad" y "no de partido".
Fernández-Jáuregui ha asistido esta semana en Zaragoza al 'Congreso Ibérico sobre las aguas subterráneas: desafíos de la gestión para el siglo XXI', organizado por el Grupo Español de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos, que ha reunido a 200 expertos en Ibercaja Patio de la Infanta de Zaragoza.
El director del Water Assessment and Advisory Global Network ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que "a los malos políticos les gusta hacer obras que se ven" y ha comentado que cada día mueren personas en el mundo por la falta de saneamiento del agua, problema para cuya solución son precisas infraestructuras "que no se ven".
Fernández-Jáuregui ha remarcado que la mejora de la "gobernabilidad del agua" es "uno de los desafíos más delicados de la humanidad".
Según ha dicho, para conseguir esto es preciso que en cada país haya una autoridad sobre el agua "al más alto nivel", como un Ministerio del Agua o una Agencia del Agua; una legislación "moderna", que recoja los avances y conocimientos científicos en la materia, así como las nuevas tecnologías; recursos humanos bien formados, no sólo ingenieros, también economistas, sociólogos, antropólogos y comunicadores, entre otros; recursos financieros suficientes, y una información "transparente y confiable".
En el caso de España, ha comentado que no se cumplen estos requisitos, pues, por ejemplo, la autoridad sobre el agua es una dirección general del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, y ha habido recortes "de los recursos financieros".
En este sentido, se ha preguntado por qué España, que es un país "con tradición", "conocimiento y experiencia notable" en obras hidráulicas, "no quiere ser referente mundial", algo que ha opinado se debe "a que en Europa y Estados Unidos se vive un momento equivocado porque los ecologistas fundamentalistas se oponen al desarrollo de infraestructuras".
Al respecto, ha considerado que en España "no faltan recursos hídricos, sino que faltan infraestructuras", ha aseverado que habría que acudir primero a los criterios técnicos y no sólo a los políticos y, como ejemplo, ha mencionado la posibilidad de acudir a las aguas subterráneas como solución para núcleos urbanos y de actividad pequeños y dispersos, donde "con infraestructuras fáciles de construir" se puede atender las necesidades de la demanda, en vez de tener que trasladar el agua superficial de otros lugares a través de tuberías.
