Altamira.- Hasta la presidencia municipal llegaron las lideresas Juana Luna Gallego, María de la Luz Marquez Andrade, Lorena Sánchez Infante y María del Rosario Hernández, en un intento de ver alcalde, Pedro Carrillo y al gobernador, Egidio Torre Cantú, para exponerles un problema que ya comienza a provocar estragos en sus economías.
Desde hace un mes tienen que comprar botellones de agua para poder satisfacer necesidades básicas como bañarse, pues desde entonces el servicio de agua potable se suspende casi todos los días y sin que se les avise.
Lo peor es que cuando hay agua, el líquido sale con un color turbio, que llena sus tinacos, pero el líquido no puede ser utilizado para uso personal.
“No hay agua, somos como 800 familias en Villas del Sol, desde enero estamos batallando con la falta del vital líquido, pero desde hace un mes la situación se agravo”, señaló Juana Luna, lideresa del Fraccionamiento Villas del Sol.
Pese a la mala calidad del servicio el recibo de agua les llega de forma puntual, muchos en inconformidad han decidido instalar tomas clandestinas.
“Los cobros llegan igual, no hay disminución, nos llega igual haya o no agua, estamos pagando 56 pesos mensuales, desde enero estamos así, nos dicen que a veces tienen que limpiar los ductos de Comapa, o bien alguna tubería que tienen que arreglar pero no se nos da a conocer a tiempo para que la gente este prevenida”.